Seúl ve "muy lamentable y desafortunada" la cancelación de la cumbre con Kim
El presidente surcoreano, Moon Jae-in, consideró hoy "muy lamentable y desafortunada" la cancelación de la cumbre entre EEUU y Corea del Norte, anunciada por el presidente estadounidense, Donald Trump.
"Estoy perplejo y resulta muy lamentable y desafortunado que la cumbre Corea del Norte-EEUU no vaya a celebrarse el 12 de junio", señaló Moon durante una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) convocada en Seúl tras el anuncio de Trump, según un comunicado del Ejecutivo surcoreano.
"La desnuclearización de la península coreana y el establecimiento de una paz permanente son tareas históricas que no pueden abandonarse o retrasarse", añadió el presidente surcoreano durante el encuentro, que duró aproximadamente una hora.
Moon instó a Washington y Pyongyang a esforzase más en acercar posiciones diciendo que espera que se pueda "resolver el problema de manera más directa y a través de un diálogo más cercano de lo habitual", tras admitir que es difícil resolver la crisis en la región "mediante las actuales vías de comunicación".
En la reunión del NSC han participado la ministra de Exteriores, Kang Kyung-wha; el ministro de Unificación, Cho Myung-gyon; el titular de Defensa, Song Young-moo; el jefe de gabinete, Im Jeong-seok, y el asesor de Seguridad Nacional, Chung Eui-yong, figura clave a la hora de mediar en el acercamiento entre Pyongyang y Washington.
Trump anunció hoy la cancelación de la cumbre prevista con Kim el 12 de junio en Singapur para tratar el posible desmantelamiento del programa nuclear norcoreano debido a lo que calificó de reciente "hostilidad" por parte de Pyongyang.
Pyongyang había condenado en los últimos días lo que consideraba como un intento de Washington por imponerle en el marco de la cumbre un modelo de desnuclearización "unilateral" como el acordado entre EEUU y Libia en 2003.
El anuncio de Trump coincide con la ceremonia ejecutada hoy por Corea del Norte para desmantelar su centro de pruebas nucleares de Punggye-ri, en lo que el régimen considera que es una prueba de su compromiso con la desnuclearización de la península coreana.