Tres supervivientes de avión accidentado siguen en estado "crítico extremo"
Las tres únicas supervivientes del accidente aéreo en el que murieron 110 personas el viernes en La Habana continúan hoy en estado "crítico extremo con posibilidades de complicación", y en dos de los casos con "pronóstico desfavorable" debido a la severidad de las heridas.
"Las tres pacientes están reportadas en estado crítico extremo con alto riesgo de complicación. A partir de la evolución y de lo que podemos avizorar en las próximas horas, presentan un pronóstico más desfavorable Grettel Landrove (23 años) y Emiley Sánchez (39)", explicó el director general del hospital Calixto García, Carlos Alberto Martínez.
Landrove, Sánchez y Mailén Díaz (19 años), todas cubanas, viajaban en el vuelo DMJ-972 operado por Cubana de Aviación que se estrelló el viernes a las 12.08 hora local (16.08 GMT), minutos después de despegar del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, por causas aún desconocidas.
Las lesionadas son atendidas en el centro médico habanero por un equipo multidisciplinar de más de 20 especialistas, que a pesar de la gravedad de los traumas, no "renuncian a realizar todas las acciones que sean necesarias y utilizar todos los medios para lograr la reversibilidad de los daños", aseguró Martínez.
Los galenos cubanos muestran preocupación por el "daño neurológico severo" de Grettel Landrove y las serias quemaduras de Emiley Sánchez, que presenta lesiones en el 41 % del cuerpo, de las que aproximadamente el 30 % son profundas.
La más joven de las sobrevivientes presenta por su parte una "ganancia neurológica", "va mejorando el medio interno, el grado de acidez de la sangre y el ritmo de la orina", y se evalúa la posibilidad de iniciar la nutrición artificial, aunque sigue muy grave y los médicos se mantienen vigilantes.
"Estamos en un periodo donde a partir de la evolución se pueden presentar complicaciones, incluso en determinadas lesiones que en la evaluación inicial y la secundaria pudieron pasar desapercibidas, y que pueden aparecer a medida que se van corrigiendo otras heridas", explicó Martínez.
Para los especialistas el estado crítico de las pacientes no significa un retroceso.
"El hecho de que a las 72 horas (del accidente) las mantengas con vida y el equipo médico pueda seguir realizando acciones, quiere decir que las decisiones terapéuticas que se han tomado han ido modulando las consecuencias que se puedan producir, pero no debemos desconocer que los problemas que presentan son de alta gravedad", indicó.
Todo el país sigue con atención la evolución de las tres supervivientes, el único atisbo de esperanza en medio de una de las peores tragedias en la historia de la aviación civil cubana.
El Boeing 737, de la compañía mexicana Global Air y alquilado por Cubana de Aviación, cubría la ruta entre La Habana y Holguín y viajaba con 113 personas a bordo.
En el siniestro murieron 110 personas: 99 de nacionalidad cubana y once extranjeros: siete mexicanos -los seis miembros de la tripulación y una turista-, dos argentinos, un saharaui y un saharaui con pasaporte español.