Rusia advirtió ayer que el riesgo de una Tercera Guerra Mundial, esta vez nuclear, es “grave, es real”, mientras atacaba instalaciones ferroviarias y depósitos de combustible en Ucrania, en un intento por frustrar el envío de suministros a las fuerzas de ese país.
Ante las sanciones sin precedente contra Moscú de Occidente y su creciente apoyo militar a Ucrania, el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, dijo en una entrevista con el programa Big Game en el Channel One británico que el peligro de una guerra nuclear es “grave, es real, no debe subestimarse”, a pesar de que, aseguró, Moscú la considera “inadmisible”. Recordó que en enero los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) se pronunciaron sobre la inadmisibilidad de una guerra nuclear.
“Esta es nuestra posición de principios, y por supuesto no me gustaría ver estos riesgos inflados artificialmente ahora, cuando los riesgos son bastante significativos”, dijo. Advirtió que si la OTAN “entra en guerra con Rusia a través de un representante y arma a este representante”, entonces, como ocurre en el amor y en la guerra, “todo se valdrá”.
Aludió así al apoyo en arsenales que diversos países han brindado a Ucrania, a solicitud del presidente Volodimir Zelensky.
Blancos “legítimos”
Lavrov afirmó que las armas enviadas por Occidente a Ucrania para que se defiendan de la invasión rusa se convertirán en un objetivo legítimo para las fuerzas armadas enviadas por Moscú para invadir el país vecino.
Según Lavrov, los depósitos de armas en el oeste de Ucrania ya se han convertido repetidamente en tales objetivos.
Rusia enfureció con las declaraciones del jefe del Pentágono, Lloyd Austin, y el secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, durante su reunión, el domingo, con Zelensky. “La primera cosa para ganar es creer que se puede ganar. Y ellos están convencidos de que pueden”, dijo Austin a periodistas después del encuentro. “Pueden ganar si tienen buenos equipos, el apoyo adecuado”, añadió.
Ayer, Blinken aseguró que “Rusia está fracasando. Ucrania está teniendo éxito”. También dijo que Washington aprobó la venta de 165 millones de dólares en municiones y otorgará financiamiento por más de 300 millones de dólares para más suministros. Lloyd señaló que EU quiere “ver a Rusia debilitada al punto de que no pueda hacer cosas como invadir a Ucrania”.
Reportan incendios
En otros frentes, se reportaron incendios en dos instalaciones petroleras en el oeste de Rusia, a poca distancia de la frontera ucraniana. De momento se desconocen las causas.
Cuando Rusia invadió Ucrania, el 24 de febrero, su aparente objetivo era la captura expedita de la capital, Kiev. Pero los ucranianos, con la ayuda de armas occidentales, frustraron dicho intento y obligaron a las fuerzas rusas a replegarse. Ahora Moscú dice que su objetivo es tomar el Donbás, la región industrial de mayoría rusoparlante en el este de Ucrania.
El Kremlin lanzó ataques con aviones y misiles a puntos muy lejanos de la línea del frente. Dañaron cinco estaciones ferroviarias en el centro y el oeste de Ucrania. También destruyó una refinería en Kremenchuk y depósitos de combustible en la zona.
Este martes, el secretario general de la ONU, António Guterres, se reunirá con el presidente ruso y luego lo hará con Zelensky.
Previo a esos encuentros, Guterres habló ayer con el presidente turco Tecep Tayyip Erdogam, con quien coincidió en la necesidad de un inmediato alto el fuego en Ucrania.