Supremo de EEUU apoya mapa electoral de Texas señalado de discriminar latinos
El Tribunal Supremo de Estados Unidos respaldó hoy las modificaciones de mapas electorales efectuados por el estado de Texas para los comicios legislativos regionales y nacionales, que han sido denunciados por discriminación racial contra los latinos.
La sala de mayoría conservadora decidió dividida -5 votos a favor y 4 en contra- a favor de los mapas, aprobados por los republicanos, menos uno de los distritos para los comicios estatales, en el que sí vio objetivos partidistas que buscaban menoscabar la capacidad de elección de los hispanos.
El alto tribunal debía posicionarse respecto a nueve mapas electorales empleados en 2014 y 2016: Dos usados para elegir a los congresistas de la Cámara de Representantes federal y otros siete destinados a la selección de los legisladores estatales.
El fallo de la corte consideró que las alegaciones no estaban lo suficientemente fundamentadas y no conseguían probar que el partido actuara "de mala fe" en sus cambios electorales.
Sin embargo, sí que ratificó que hubo una modificación con fines partidistas -término conocido como "gerrymandering"- y discriminación racial en uno de los distritos para la Cámara Baja estatal, al que pertenece el condado de Tarrant.
La sentencia, redactada por el magistrado Samuel Alito, considera que en este caso el estado no siguió en 2013 las directrices dadas por una corte menor para modificar un mapa de 2011 y cayó en un "gerrymandering' racial inaceptable".
En cuestión estaba si Texas buscó impedir el voto de millones de hispanos (considerados más favorables a los demócratas) mediante el uso de esta técnica partidista.
Algunos mensajes revelados durante el proceso judicial muestran que una serie de estrategas republicanos trataron de diseñar distritos electorales con una proporción "óptima" de republicanos e hispanos con el objetivo de favorecer el triunfo de los conservadores en circunscripciones aparentemente dominadas por los latinos.
Supuestamente, las autoridades locales habían intentado debilitar la fuerza del voto hispano, colocando a los miembros de estas minorías en distritos donde se daba por segura la victoria del candidato republicano, aunque esta tesis fue ampliamente desechada hoy por el Supremo.