Trump recibe hoy a familiares de asesinados por indocumentados
El presidente de EE.UU., Donald Trump, recibe hoy en la Casa Blanca a 15 familiares de personas asesinadas supuestamente por inmigrantes indocumentados, en un intento de regresar a su línea dura habitual y alejar el foco de las políticas que llevaron a separar a niños de sus padres en la frontera.
El acto, previsto para las 14.30 (18.30 GMT), permitirá a Trump retomar uno de los temas que más destacó en su campaña electoral y que funciona con su base: la idea de que la inmigración ilegal está relacionada con el auge de la criminalidad.
Una fuente de la Casa Blanca aseguró a Efe que la reunión estaba programada desde hace varias semanas, pero se produce dos días después de que Trump se viera obligado a ordenar que su Gobierno dejara de separar a niños de sus padres en la frontera, debido al aluvión de críticas que recibió esa medida en todo el mundo.
En lugar de ser separados de sus padres al cruzar la frontera, como ocurría desde abril, a partir de ahora los niños indocumentados serán retenidos indefinidamente junto a sus familiares en centros de detención de inmigrantes, según el decreto firmado por Trump.
Este jueves, Trump pidió además a su Ejecutivo que actúe para reunir con sus padres a los más de 2.300 niños que han sido separados de ellos desde abril, aunque aún hay incógnitas sobre cómo se desarrollará ese proceso.
La mayoría de los invitados a la Casa Blanca para la reunión con Trump tenían hijos adolescentes o en la veintena, que fueron supuestamente asesinados por indocumentados, según la información proporcionada a Efe por la Casa Blanca.
Desde la campaña electoral, Trump ha relacionado la inmigración irregular con un aumento de la criminalidad procedente del narcotráfico con el fin de justificar la necesidad de una política migratoria más dura, pese a que las estadísticas oficiales no sostienen sus afirmaciones.
Datos del censo correspondientes a entre 1980 y 2010 muestran que en EE.UU. los hombres inmigrantes entre 18 y 49 años tienen entre la mitad y una quinta parte menos de probabilidades de ser encarcelados por haber cometido un crimen que los nacidos en el país.