Única superviviente de accidente aéreo en Cuba mejora y respira por sí misma
La única superviviente del accidente del vuelo DMJ-972 de Cubana de Aviación que se estrelló hace dos semanas en La Habana responde de forma "favorable" a los tratamientos, respira por sí misma y su pronóstico es "hacia la mejoría", según el último parte divulgado hoy por el equipo médico que la atiende.
La estrategia de atención a Mailen Díaz, de 19 años y nacionalidad cubana, es "efectiva", y al estabilizarse el funcionamiento de sus sistemas orgánicos ha sido posible que respire por sí misma sin ayuda mecánica, precisa un comunicado del hospital Calixto García de La Habana, donde permanece ingresada.
Díaz es la única superviviente del accidente ocurrido el pasado 18 de mayo al estrellarse un avión que acababa de despegar del aeropuerto de La Habana con 113 personas a bordo, de las que solo tres mujeres sobrevivieron, aunque dos de ellas murieron en el hospital durante los días posteriores al siniestro.
El parte médico, firmado por el director del centro hospitalario, Carlos Alberto Martínez, indica que el estado neurológico de la joven "mejora progresivamente, se encuentra consciente y en interacción con el medio".
Además, refiere que se le siguen aplicando acciones de rehabilitación de los sistemas respiratorio, cardiovascular, vascular periférico y osteomioarticular, así como de la esfera psicológica, avanzando de esta forma a una etapa superior de su tratamiento.
No obstante, los médicos aún mantienen su condición clasificada como "muy grave", aunque con un "mejor control" de las condiciones que constituyen "riesgo para la aparición de complicaciones".
El boletín agrega que el pronóstico de la joven paciente es de evolución "favorable hacia la mejoría en correspondencia con la estabilidad sistémica alcanzada".
El Boeing 737-200 arrendado por Cubana de Aviación a la compañía mexicana Global Air para cubrir el vuelo DMJ-972 de La Habana a Holguín (este) se precipitó sobre una zona de cultivos el pasado 18 de mayo poco después de su despegue del aeropuerto internacional Jose Martí de La Habana con 113 personas a bordo.
El desastre aéreo dejó 112 personas fallecidas, de ellas 101 cubanos y once extranjeros: siete mexicanos -incluidos los seis miembros de la tripulación y una turista-, dos argentinos y dos saharauis residentes en la isla, uno de los cuales tenía también nacionalidad española.
El Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba (IACC) encabeza una comisión que investiga el accidente del avión, cuyas cajas negras han sido enviadas a Estados Unidos para su análisis por expertos cubanos y de la compañía fabricante de la aeronave.