Las cinco claves de la segunda cumbre entre Trump y Kim
El líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente de EE.UU., Donald Trump, cerraron hoy abruptamente su segunda cumbre en Hanói, sin llegar a ningún acuerdo sobre el proceso de desnuclearización en Corea del Norte.
Estas son las cinco claves de esta cumbre fallida:
- EL MURO DE LAS SANCIONES
Las sanciones impuestas sobre el régimen norcoreano y las áreas a desmantelar en el centro de investigación nuclear de Yongbyon, epicentro del programa atómico norcoreano, constituyen el muro con el que ambas partes se han topado en Hanói y que finalmente ha impedido la firma de una declaración conjunta.
Pionyang dejó hoy claro que de momento solo está abierto a desmantelar una parte de Yongbyon -que no incluye activos considerados clave por Washington- y que además solo lo hará a cambio de que se levante toda la pila de sanciones estadounidenses y de la ONU que se amontonan sobre el régimen desde 2006.
- TRUMP Y KIM SE RELAJAN
Una de las mayores diferencias entre la cumbre de Hanói y la de Singapur hace ocho meses ha sido la relajación de ambos líderes y las muestras de afinidad personal entre ambos, patentes en sus breves encuentros con la prensa y en su paseo por los jardines del hotel Metropole de la capital vietnamita.
Trump, habitualmente espontáneo, mostró en su primera foto con Kim una rigidez de la que no ha habido rastro en la cumbre de Hanói. La metamorfosis del líder norcoreano ha sido aún más notoria, muy lejos de su apariencia nerviosa de hace ocho meses o del carácter solemne que suele exhibir en las apariciones públicas en su país.
- ¿HABRÁ TERCERA CUMBRE?
Trump no dio ninguna garantía de que vaya a reunirse de nuevo con Kim, aunque insistió en que la despedida fue "amistosa".
El mandatario estadounidense insinuó que no volverá a programar una cumbre si no hay avances más claros en las conversaciones entre sus equipos. "Yo esperaría que (la tercera cumbre) sea pronto, pero también podría no producirse en mucho tiempo", reconoció.
- LA PAZ TENDRÁ QUE ESPERAR
La firma de la paz definitiva entre las dos Coreas era uno de los objetivos más esperados de este segunda cumbre.
Esta histórica reivindicación de Pionyang se antojaba complicada ya que debía ser una iniciativa multilateral que incluyera también a Seúl y a China.
Sin embargo, algún tipo de acuerdo en este sentido habría tenido un peso simbólico claro en una región que sigue técnicamente en guerra tras el armisticio de 1953, firmado por Pionyang, Washington (en representación del Comando de Naciones Unidas) y el llamado Ejército Popular de Voluntarios chino.
También se quedó en el tintero una iniciativa que tanto Trump y como Kim alabaron públicamente durante la cumbre: establecer oficinas "de enlace" en sus respectivas capitales, un primer paso en el camino para iniciar relaciones diplomáticas entre los dos históricos enemigos.
- 120 HORAS DE TREN EN VANO
El fiasco de Hanói le va a suponer a Kim un viaje de unas 120 horas de tren en vano, ya que seguramente retornará tal como vino, a bordo de un tren blindado que, como poco, tardaría en retornar desde Vietnam a Pionyang unas 47 horas, siempre que pueda mantener una velocidad constante de unos 90 kilómetros por hora.
El viaje de Trump fue menos tortuoso, pero se recorrió medio mundo en avión en un momento tenso en su Presidencia, con su exabogado Michael Cohen denigrándole ante el Congreso de EE.UU. y el informe sobre la trama rusa a punto de caer.