Miles de afectados en Venezuela tras una semana con las fronteras cerradas
Miles de personas se han visto afectadas por el cierre de fronteras ordenado por el Gobierno de Nicolás Maduro hace una semana, que ha impedido el normal desplazamiento de estudiantes, trabajadores y enfermos desde las ciudades venezolanas limítrofes con Brasil y, especialmente, Colombia.
Una fuente del Gobierno del estado venezolano de Táchira, vecino del colombiano Norte de Santander, dijo este viernes a Efe que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) no ha hecho excepciones ni siquiera para el paso de pacientes crónicos que reciben tratamiento en Cúcuta.
La prohibición ha sido también tajante esta semana para "los más de 5.000 niños que estudian" del lado colombiano y viven en Táchira, algunos de los cuales han intentado sin éxito persuadir a los militares que custodian los cuatro puentes binacionales ubicados en esta región.
Varios residentes de esta zona aseguraron a Efe que el cierre de los pasos es total, al punto de que no ha entrado un solo camión de los que hasta la semana pasada ingresaban cada noche desde Colombia con mercancías de variada índole.
Sin embargo, los caminos ilegales que siempre han existido a lo largo de esa porosa frontera registran estos días mayor presencia de peatones que van de un lado al otro, en algunos casos ante la mirada anuente de las fuerzas del orden de ambos Gobiernos, aunque Colombia ya levantó las restricciones desde su lado.
Mientras tanto, los poblados cercanos a los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, en San Antonio y Ureña, respectivamente, no recuperan al 100 % la normalidad en sus calles luego de los intensos enfrentamientos suscitados el fin de semana pasado, cuando la oposición intentó ingresar al país una ayuda humanitaria.
Las escuelas dependientes del Gobierno regional estuvieron cerradas y permanecerán así al menos hasta el próximo miércoles cuando acabe el asueto de carnaval que fue extendido por el oficialismo desde ayer.
Efe tuvo acceso a una convocatoria organizada por vecinos de estas localidades que esperan reclamar el próximo lunes el restablecimiento del paso peatonal para los estudiantes a través de un "corredor" que autoridades eclesiásticas de esa entidad regional han preferido llamar "fraterno" y no humanitario.
El monseñor Mario Moronta pidió esta semana a las autoridades del chavismo gobernante y a la FANB "que se pongan la mano en el corazón" y permitan el desplazamiento de quienes "suelen pasar para ir a realizar sus tratamientos de diálisis u otra clase de tratamiento para enfermedades más delicadas" en Colombia.
Por otra parte, en el sur de Venezuela, la frontera con Brasil sigue contabilizando los daños que dejaron los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y comunidades indígenas que también pedían el ingreso de alimentos y medicinas donadas por otros Gobiernos y que escasean en el país en medio de la severa crisis económica.
El diputado Américo de Grazia indicó este viernes que varios miembros de la etnia Pemón se vieron obligados a desplazarse hacia Brasil "huyendo de las acciones criminales de la Narco Dictadura".
Las manifestaciones a favor del ingreso de la ayuda humanitaria desencadenaron en enfrentamientos que se saldaron con unos 300 heridos en Táchira y al menos cinco muertos en el estado venezolano de Bolívar según datos de organizaciones no gubernamentales.
Maduro, que insiste en rechazar las donaciones por considerarlas un show político en su contra, no ha dado señales de querer reabrir los pasos fronterizos y mientras tanto mantiene cerradas las comunicaciones que el país comparte en el Caribe con las islas de Aruba, Curazao y Bonaire, también cercanas.