Más de mil bomberos luchan contra un incendio forestal "monstruoso" en el suroeste de Francia, que ya ha destruído casi 7 mil hectáreas de bosque, informaron las autoridades.
El incendio cerca de la ciudad de Burdeos destruyó varias casas y obligó a 10 mil residentes a huir.
"Es un ogro, es un monstruo", dijo el presidente de la federación de bomberos de Francia, Grégory Allione, a la radio local RTL.
Los fuertes vientos y las altas temperaturas están dificultando la operación de extinción del incendio.
El presidente Emmanuel Macron dijo que Austria, Alemania, Grecia, Polonia y Rumania enviaron o enviarán ayuda para combatir el incendio. "¡La solidaridad europea está en marcha!", tuiteó.
L’Allemagne, la Grèce, la Pologne, et dans les prochaines heures la Roumanie et l’Autriche : nos partenaires viennent en aide à la France face aux incendies. Merci à eux. La solidarité européenne est à l’œuvre !
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) August 11, 2022
Francia y otros países europeos han registrado una ola de incendios forestales mortales durante este verano boreal, provocada por temperaturas récord y sequías en todo el continente.
Unas mil 700 muertes se produjeron en Portugal y España debido al calor, advirtió la Organización Mundial de la Salud.
Fuera de control
El enorme incendio forestal que afecta al suroeste de Francia ha estado ardiendo durante dos días cerca de la comuna de Landiras, unos 30 kilómetros al sureste de Burdeos (departamento de Gironda).
Bomberos de otras regiones de Francia tuvieron que viajar a la zona de forma urgente para apoyar la operación en curso.
A ellos se suman aviones especializados que han estado arrojando agua y retardante de llamas.
Pero a pesar de todos los esfuerzos, el incendio aún estaba fuera de control este jueves, dijeron funcionarios locales.
"Es la primera vez que vemos un incendio como este", dijo el bombero Jérôme Jean al canal de noticias BFMTV.
Antes de ser evacuados, algunos de los residentes tuvieron que resguardarse en los techos de sus casas mientras las llamas se acercaban rápidamente, informaron medios locales.
Belin-Béliet es ahora un pueblo fantasma ya que sus 2 mil habitantes tuvieron que huir el miércoles, según difundió BFMTV.
En las cercanías de la comuna de Hostens, Allisson Fayol y su padre, a diferencia de muchos de sus vecinos, decidieron quedarse en casa por ahora.
"Todavía hay mucho humo, pero por ahora no viene por aquí", dijo Fayol a la agencia Reuters.
Se esperaba que las temperaturas alcanzaran los 39 °C este jueves.
La primera ministra de Francia, Élisabeth Borne, y el ministro del Interior, Gérald Darmanin, viajaron a la zona afectada para ver la magnitud de los daños.
El cambio climático aumenta el riesgo de que el clima cálido y seco provoque incendios forestales.
La temperatura en el mundo aumentó 1,2 °C desde que comenzó la era industrial y seguirá aumentando a menos que los gobiernos de todo el mundo reduzcan drásticamente las emisiones.