Acaba con al menos 7 muertos y 13 heridos el ataque en el este de Afganistán
Al menos siete personas murieron, entre ellas los tres asaltantes, y trece resultaron heridas este miércoles en el ataque suicida a un edificio gubernamental en el este de Afganistán, un día después de que los talibanes reivindicasen dos atentados en Kabul y en el norte del país con casi 50 muertos.
"Entre los muertos hay dos miembros de las fuerzas de seguridad y dos civiles, mientras que otras trece personas, incluido un miembro de las fuerzas de seguridad, resultaron heridas", afirmó a Efe Mubariz Atal, portavoz de la Policía de la provincia de Nangarhar, en cuya capital, Jalalabad, ocurrió el ataque.
La acción, que se prolongó durante cinco horas, comenzó hacia las 13.30 hora local (09.00 GMT) cuando uno de los atacantes cargado de explosivos se inmoló frente a una oficina de distribución del nuevo Documento Nacional de Identidad electrónico.
La explosión abrió paso a los otros dos insurgentes, que murieron durante el tiroteo con las fuerzas de seguridad en el interior del edificio, según el portavoz.
Atal destacó que, "en las cinco horas que duró la operación, fueron rescatados y puestos a salvo más de un centenar de empleados y civiles que se encontraban en la oficina para recoger sus tarjetas de identidad".
Por el momento, ninguna organización ha reivindicado la autoría del ataque en Nangarhar, provincia en la que están muy activos tanto los talibanes como el grupo yihadista Estados Islámico.
Afganistán comenzó la distribución del Documento Nacional de Identidad, conocido como e-Tazkira, a mediados del año pasado para sustituir los viejos carnés, que eran rellenados a mano y además eran considerados por las autoridades fáciles de falsificar.
El asalto tuvo lugar un día después de que un ataque suicida contra un mitin electoral del mandatario afgano, Ashraf Ghani, y un segundo atentado en Kabul a un edificio gubernamental vinculado al Ministerio de Defensa dejasen al menos 48 muertos.
A las puertas de las elecciones general del 28 de septiembre, los dos atentados provocaron la condena unánime del Gobierno afgano y la comunidad internacional.
Ambas acciones fueron reivindicadas por los talibanes, días después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciase la cancelación de los diálogos de paz que su país mantenía con los insurgentes desde hace más de un año tras un atentado en Kabul.
El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, exigió este miércoles a los talibanes que cesen los atentados y permitan a los afganos votar "sin temor a intimidación, ataques o violencia" en las elecciones generales.