Iraníes realizan "concentraciones de rechazo" por el derribo del Boeing 737
Un gran despliegue de antidisturbios trató de impedir este domingo en Teherán amplias protestas contra el sistema islámico a raíz del derribo de un avión con 176 personas a bordo, pero los ciudadanos lograron realizar varias concentraciones de rechazo.
Los iraníes están consternados y furiosos desde que las Fuerzas Armadas reconocieron ayer que dispararon un misil por error contra un Boeing 737 de Ukraine International Airlines (UIA), causando la muerte a todos sus ocupantes, en su mayoría compatriotas.
Para esta jornada hubo llamamientos en las redes sociales para celebrar una vigilia en honor a las víctimas y protestar contra las autoridades en la plaza Azadi de Teherán, pero la presencia de los antidisturbios dificultó la concentración a la hora prevista.
Ya caída la noche, más ciudadanos se acercaron a la simbólica plaza y gritaron "el clérigo se tiene que ir", en alusión al sistema teocrático del país, según dijo a Efe uno de los asistentes, Mehdi, quien señaló apresurado en medio del caos que teme que le detengan pero que "es necesario protestar por lo ocurrido".
CRÍTICAS CONTRA EL SISTEMA
Los vídeos difundidos en las redes sociales mostraron también pequeñas protestas en otras áreas del centro de Teherán y en las universidades de Amir Kabir, Alameh Tabatabaí y Shahid Beheshtí.
"Guardia Revolucionaria inútil, autora del asesinato de la nación" y "Cañones, tanques y gases lacrimógenos ya no tienen efecto, tengan miedo, nosotros todos estamos unidos" fueron algunos de los lemas coreados.
Los antidisturbios se desplegaron ampliamente en otras zonas sensibles de la capital como las plazas Enghelab y Valiasr, así como frente a las universidades de Teherán, según pudo constatar Efe.
Para calentar aun más los ánimos, el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo a los dirigentes de Irán "el mundo y EE.UU. los están observando": "NO MATEN A SUS MANIFESTANTES", escribió en Twitter.
MIEDO A LA REPRESIÓN
Las protestas no son de gran envergadura debido al miedo a la represión. Estos temores son fundados ya que en las manifestaciones de noviembre pasado por el aumento del precio de la gasolina murieron al menos 304 personas y miles fueron detenidas, según Amnistía Internacional.
Un estudiante universitario, que prefirió identificarse solo por su nombre de pila, Fajr, comentó a Efe que "muchos ciudadanos se unirían a las protestas pero que hay miedo".
"El derribo del avión y las mentiras que contaron durante varios días son una vergüenza, es normal que estemos furiosos", afirmó, aludiendo a que las autoridades en principio negaron que el aparato fuera abatido por un misil.
Esta rabia convirtió la vigilia de la víspera en la Universidad Amir Kabir en una protesta antigubernamental en la que se gritaron fuertes lemas como "la renuncia (de los responsables) no es suficiente, un juicio es necesario" y "Muerte al dictador", en referencia al líder supremo, Alí Jameneí.
Esa concentración, en la que participaron cientos de personas, fue dispersada por la policía, que también detuvo brevemente al embajador británico en Teherán, Rob Macaire, quien fue convocado hoy por el Ministerio de Exteriores en protesta por su asistencia a una protesta "ilegal".
TENSIÓN CON EL REINO UNIDO
El viceministro de Exteriores iraní, Abas Araqchí, dijo asimismo en Twitter que Macaire fue "arrestado como un extranjero desconocido en una reunión ilegal" y que fue liberado al poco tiempo de conocerse su identidad.
Macaire fue detenido poco después de asistir a una vigilia en honor a los fallecidos, entre ellos tres británicos, en el derribo del avión ucraniano en Teherán.
"Puedo confirmar que no participé en ninguna manifestación. Fui a un evento anunciado como una vigilia por las víctimas de la tragedia #PS752 (...) Me fui después de 5 minutos, cuando algunos comenzaron a corear (lemas)", precisó hoy en Twitter el embajador.
Desde Londres, el secretario de Estado de Seguridad del Reino Unido, Brandon Lewis, afirmó este domingo que la prioridad ahora del Gobierno británico respecto a Irán es tratar de "desescalar" las tensiones.
En este ambiente de tensión, varios diputados iraníes plantearon en una sesión del Parlamento expulsar al embajador, una demanda que también corearon las alrededor de 200 personas que se manifestaron frente a la embajada británica.
Los manifestantes pidieron, asimismo, el cierre de la embajada en Teherán, gritaron "Muerte al Reino Unido" y prendieron fuego a la bandera británica.