Los pretextos para faltar al trabajo sobran, pero fingir un desmayo para tener el día libre es "cruzar" cualquier línea de responsabilidad e incluso puede tener consecuencias graves.
Un joven, de 18 años, fingió desmayarse mientras atendía a un cliente en su trabajo, un supermercado de Reino Unido, todo esto sólo para poder salir temprano de sus labores y asistir a una fiesta más tarde.
Las cámaras de seguridad captaron el momento, en el que el sujeto puso su mano en la cara, haciendo un clásico gesto de mareo, para posteriormente caer al piso.
Aunque la preocupación de los presentes fue mucha, esto sólo se trató de una mentira por parte del empleado para poder asitir al Boxing Day, un día festivo en Reino Unido, que se celebra anualmente el día después de Navidad.
El objetivo del empleado era poder descansar durante la tarde la resaca que tenía por otra fiesta a la que había asistido la noche anterior, y así estar en condiciones para seguir la celebración.
¿Lo descubrieron?
Aparentemente fue el mismo joven quien compartió las imágenes en redes sociales: “¿Cuál es la mejor manera de escaparse del trabajo?”, escribió.
“Era el Boxing Day, tenía resaca, 18 años y quería salir de fiesta más tarde, así que decidí hacer esto. Me aseguré de que el encargado estuviera allí mismo para que fuera testigo de todo”, explicó.
Resultó que tras su “performance” efectivamente fue enviado a casa y además le regalaron una bebida y un chocolate. “El Pedro” también contó que luego le reveló su plan a la clienta para que estuviera tranquila, quien sólo se rió.
Y lo más curioso de todo, es que sus jefes nunca lo descubrieron… hasta ahora.