Chile supera los 7.500 contagios y defiende su "cuarentena estratégica"
El Gobierno de Chile informó este lunes que los casos de COVID-19 ascienden a 7.525 y defendió su estrategia para luchar contra la pandemia, que pasa por declarar cuarentenas "específicas" en distintos barrios o ciudades, en vez de declarar el confinamiento total de todo el país.
"La estrategia tomada por el presidente Piñera es la más adecuada para nuestro país y creo que, en parte explica esta estrategia, que ciertos pronósticos muy catastrofistas que vimos al inicio de este brote epidémico no se están cumpliendo", señaló en su rueda de prensa diaria el ministro chileno de Salud, Jaime Mañalich.
Chile, donde los expertos esperan que el pico de la pandemia se dé entre finales de abril y principios de mayo, registró en las últimas 24 horas 312 nuevos casos y dos nuevas muertes, que es la cifra más baja en once días y eleva el dato total de fallecidos a 82.
Desde que se detectó el primer caso en el país austral el pasado 3 de marzo, ya se han recuperado 2.367 personas y se han hecho más de 85.000 exámenes. En la actualidad, 387 pacientes hospitalizados, de los cuales hay 333 necesitan ventilación mecánica y 100 se encuentran en estado "crítico".
ESTRATEGIA CUESTIONADA
La estrategia que ha seguido Chile desde el inicio del brote del nuevo coronavirus se basa en decidir si se confinan o liberan distintas ciudades o barrios en función de la evolución del número de contagios por kilómetro cuadrado.
Este lunes, por ejemplo, se levanta el confinamiento en tres barrios del este de Santiago que llevaban en cuarentena dos semanas -Providencia, Lo Barnechea y Vitacura-, una medida que no convence a sus alcaldes y que ha despertado críticas en distintos sectores.
La consultora Plaza Pública Cadem reveló este lunes en una encuesta que el 79 % de los chilenos desaprueba el levantamiento de cuarentenas en esos barrios, que fueron los principales focos de contagio al inicio de la pandemia y donde la población puede desde este lunes transitar sin restricciones, aunque los comercios no esenciales siguen cerrados.
El confinamiento obligatorio, explicó el ministro, "produce una alteración de tal magnitud que tiene que ser usada con mucha prudencia y sabiduría", pero dijo que el levantamiento de las cuarentenas "no significa en ningún sentido que levantemos la alerta, lo que queda es muy importante, los casos van a seguir aumentando".
El ministro aseguró además que el martes se anunciarán nuevas medidas y que "el número de comunas en el país que va a entrar en cuarentena es mucho mayor que el que va a dejar de estarlo".
Chile se encuentra bajo el estado de excepción por catástrofe, con toque de queda desde las 22.00 horas, con las clases suspendidas hasta mayo y con las fronteras y los comercios que no sean de primera necesidad cerrados.
COMPARACIÓN CON ARGENTINA
El Gobierno chileno se ha visto obligado en los últimos días a explicar su estrategia, sobre todo luego de que el presidente argentino, Alberto Fernández, comparara el pasado 10 de abril las cifras de contagiados y fallecidos respecto a la población total en ambos países y alabara el desempeño de Argentina, donde hasta el domingo había 2.208 casos y 95 fallecidos.
"Somos el país de América Latina que más testeo hace por millón de habitantes, es 10 veces el número que hace Argentina (...) Yo no quiero comprara un país con el otro porque al final tenemos que esperar a que la pandemia pase para ver cual es el resultado de estas estrategias", replicó Mañalich.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, también se refirió el domingo en el canal local Tele13 al comentario de su par argentino y aseguró que un confinamiento total "no es sostenible" en Chile porque "nadie podría asegurar que las familias cuarentenadas tengan los medicamentos, los alimentos y los servicios básicos".