¿Qué ha hecho el mundo ante la etapa de más contagios?
La etapa más complicada en una pandemia es la de los contagios masivos, cuando los casos se extienden no sólo a las zonas urbanas, sino también a las rurales, lo que puede derivar en que los sistemas de salud se vean rebasados. China, Italia, España, Reino Unido, Estados Unidos, entre otros, llegaron ya a esa fase con el coronavirus, aunque las respuestas han sido distintas:
Primero, fue China contra el coronavirus. En el caso de China, cuando los casos se concentraban en la ciudad de Wuhan, ordenó ya el confinamiento de la ciudad. Esto fue el 23 de enero, antes de que la Organización Mundial de la Salud decretara que el coronavirus era una emergencia de salud pública de importancia internacional. Al extenderse a la provincia de Hubei, ordenó también el confinamiento general de la provincia, que luego extendería a otras provincias, justo durante los contagios masivos.
Quedaron confinadas más de 50 millones de personas. Con los hospitales rebasados, se construyó uno, en 10 días, específicamente para combatir el nuevo virus.
Las medidas incluyeron autorización para salir sólo al médico o para comprar víveres, aunque en este caso, sólo podía salir una persona por familia, y cada tercer día. Las autoridades se encargaron de verificar, incluso con drones, que la gente cumpliera con las restricciones.
La pesadilla de Europa. En Italia, el coronavirus llegó primero a la región de Lombardía, donde el primer ministro Giuseppe Conte ordenó un confinamiento, primero relajado, lo cual recibió numerosas críticas, y luego más estricto.
El Covid-19 se extendió a más de 20 regiones y el gobierno decretó entonces –9 de marzo- el aislamiento para todo el país, uno de los más afectados por la pandemia. Las únicas razones por las que se permitió salir fue por trabajo, por salud y por alimentos. La orden de permanecer confinados se extendió ya al 3 de mayo.
España hizo algo parecido, pero su respuesta, igual que la de Italia, ha recibido críticas por la tardanza en decretar el confinamiento obligatorio, algo que hizo cuando la cifra de contagios había crecido significativamente.
Reino Unido se negó por muchas semanas a decretar el confinamiento obligatorio. Su primer ministro, Boris Johnson, minimizó la enfermedad, que en el país deja ya cerca de 13 mil decesos. Al volverse masivo el contagio, Johnson no tuvo más remedio que ordenarlo, algo que ocurrió hasta el 24 de marzo, cuando se prohibieron las concentraciones de más de dos personas.
En general, los países europeos adoptaron, desde antes de que los contagios comenzaran a volverse masivos, por el cierre de fronteras, así como la prohibición de ingreso al país de personas procedentes de las naciones más afectadas.
En EU, sin control. En el caso de Estados Unidos, fueron los gobernadores los que primero empezaron a adoptar medidas, una vez que se dieron cuenta que los contagios estaban llegando a la fase más complicada. El presidente estadounidense no llamó sino hasta mediados de marzo a obedecer el confinamiento voluntario. El día 29, se extendió un mes más.
Antes de que la enfermedad se extendiera, Estados Unidos prohibió el ingreso al país de personas procedentes de las naciones afectadas; una vez que el coronavirus se esparció, el presidente Donald Trump anunció primero, el 18 de marzo, el cierre parcial de fronteras con Canadá, una medida que posteriormente acordó también con México.
Sin embargo, a diferencia de países como Corea del Sur, donde una de las principales estrategias contra el coronavirus ha sido la realización generalizada de pruebas, el gobierno estadounidense se niega a realizarlas de forma masiva, lo que ha llevado a gobernadores a buscar pruebas por su cuenta. Europa, ante la extensión de casos, también amplió la aplicación de los tests, aunque no al grado que hicieron los surcoreanos.