Dan positivo por coronavirus 68 menores migrantes bajo custodia de EE.UU.
Un total de 68 menores inmigrantes bajo custodia de las autoridades de EE.UU. tras haber entrado al país sin acompañante adulto han dado positivo del COVID-19, informó este lunes la Oficina estadounidense de Reasentamiento de Refugiados (ORR).
La ORR indicó en un comunicado que hasta el pasado 7 de mayo ha contabilizado 68 casos de menores con COVID-19, según han determinado las pruebas de laboratorio, de los que 43 se encontraban en Illinois, 11 en Nueva York, 8 en Texas, y 6 en Pensilvania.
Del total de contagiados, 63 se han recuperado y ya están fuera de la cuarentena. Además, catorce de ellos ya han sido reunificados con un tutor, que pueden ser sus padres, un representante legal, un pariente adulto, una persona elegida por sus progenitores o una organización afiliada a la ORR.
"Actualmente, un total de cinco menores no acompañados han dado positivo del COVID-19 y están en aislamiento médico", puntualiza la nota, que agrega que ninguno ha requerido de hospitalización.
Junto a esos menores, también han resultado infectados de coronavirus SARS-CoV-2 un total de 136 miembros del personal vinculado a la ORR en doce de los 50 estados del país.
La agencia gubernamental afirmó que tiene bajo su "cuidado y custodia" a unos 1.600 inmigrantes menores de edad.
A raíz de la pandemia, esta institución ha paralizado el reasentamiento de menores en refugios en los estados de California, Nueva York y Washington, estos dos últimos entre los más golpeados por el COVID-19 en el país.
La ORR destacó que sigue las pautas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) para atender a los niños y adolescentes bajo su cuidado.
Según esas disposiciones, un menor con síntomas de COVID-19 será aislado y examinado por una autoridad local o un proveedor de salud, en tanto que los asintomáticos que se hayan vistos expuestos al coronavirus serán sometidos cuarentena durante catorce días.
La situación de los inmigrantes menores de edad ha sido motivo de preocupación constante para los defensores de derechos en EE.UU., que han advertido de que bajo la política de la Administración de Donald Trump se ha incrementado la separación de familias y, en algunos casos, los niños han sido expuestos a condiciones insalubres.