Llegan con todo los sapos gigantes y venenosos a Estados Unidos
Además de las preocupaciones ya existentes en Estados Unidos por la pandemia de coronavirus, el racismo, las protestas contra este y las políticas discriminatorias de Donald Trump, los ciudadanos, por lo menos en el sur del país, tienen que lidiar con otro problema que los afecta, por lo menos cada temporada de lluvias, y se trata de una plaga que, además de desagradable, pone en riesgo la vida de mascotas y animales pequeños.
Se trata de los sapos de caña, una especie de gran tamaño y altamente venenosa que invade el Sur de Estados Unidos cuando llegan las lluvias, disparando las alarmas pues aparecen en sitios insospechados y tienen un gran poder destructivo.
Son originarios de América Central y del Sur y se adaptan con mucha facilidad a nuevos ambientes, por lo que pone en riesgo la fauna local al no tener depredadores naturales. Sin embargo, lo que más preocupa es el grado de toxicidad de su veneno, que, según informan medios locales, puede acabar con la vida de las mascotas pequeñas en menos de 15 minutos.
Y es que al sentirse en peligro, estos sapos liberan a través de su piel un poderoso veneno que también es tóxico para los humanos, y que puede llegar a causar ceguera temporal y fuertes dolores en el cuerpo en caso de que las toxinas entren por los ojos o la boca.
Una hembra puede poner al rededor de 30 mil huevos cada vez que se reproduce, por lo que está haciendo estragos principalmente en Miami, Florida, debido a la temporada de lluvias torrenciales que propician el ambiente perfecto para que se hospeden y se reproduzcan.
Aunque representan un problema para los estadunidenses, cuyas autoridades han contratado ya a exterminadores de plagas para lidiar con ésta, el sapo es altamente codiciado en lugares como China, pues sus toxinas son utilizadas en la medicina tradicional como remedio contra la sinusitis y el dolor de muelas, según cita el medio español La Vanguardia.