Trump pide a gobernadores que tomen medidas enérgicas para controlar protestas
El presidente Donald Trump llamó el lunes a los estados de Estados Unidos a tomar medidas enérgicas contra las protestas violentas que han sacudido a varias ciudades del país, diciendo que las autoridades deberían “imponerse” y arrestar personas para restablecer el orden tras seis noches seguidas de hechos de vandalismo y saqueos.
Residentes y dueños de negocios en ciudades desde Nueva York hasta Santa Mónica, en California, estuvieron la mañana del lunes barriendo vidrios rotos y haciendo un balance de los daños originados por la violencia que estalló tras las protestas por las desigualdades raciales y la brutalidad policial.
“Tienen que imponerse”, dijo Trump a los gobernadores en una conversación privada, según The New York Times. “Si no se imponen, estarán perdiendo el tiempo, los van a atropellar, van a parecer un montón de idiotas”.
CBS News, que también obtuvo un audio de la reunión, dijo que Trump había culpabilizado de la violencia a la “izquierda radical”.
Docenas de ciudades en todo Estados Unidos permanecen bajo toque de queda a un nivel no visto desde los disturbios posteriores al asesinato en 1968 del activista por los derechos civiles Martin Luther King Jr. La Guardia Nacional está desplegada en 23 estados y en Washington D.C.
Las autoridades intentaron contener varios focos de incendios cerca de la Casa Blanca y detener el saqueo en tiendas de numerosas ciudades.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias informó de disturbios civiles “significativos y continuos” en 36 ciudades de Estados Unidos, incluidas algunas localidades pequeñas como Fargo, en Dakota del Norte, y Roanoke, en Virginia.
Una persona murió durante la madrugada en Louisville, Kentucky, donde la policía y efectivos de la Guardia Nacional se enfrentaron a manifestantes.
“Es devastador y desgarrador”, dijo Alex Flowers, de 30 años, mientras barría los cristales rotos en la acera en las afueras de Wasteland, una tienda de ropa usada en Santa Mónica a primera hora del lunes. “Vine a ayudar a limpiar la ciudad que ha sido destruida y ayudar a los dueños y empleados de los negocios”.
Los disturbios, que surgieron en momentos en que el país reanuda la actividad económica tras los confinamientos para evitar la propagación acelerada del coronavirus, comenzaron como protestas pacíficas por la muerte de un hombre negro, George Floyd, durante su arresto en Mineápolis el lunes pasado.
Un video divulgado en los medios mostraba a un oficial de la policía blanco apretando su rodilla contra el cuello de Floyd, de 46 años, por casi nueve minutos antes de que el hombre muriera.
Derek Chauvin, el oficial involucrado en el incidente, fue acusado de homicidio en tercer grado la semana pasada, pero fue puesto en libertad bajo fianza de 500.000 y debe comparecer ante el tribunal el 8 de junio, según registros carcelarios.
“LUCHARÉ CONTIGO”
Docenas de personas en silencio homenajearon el lunes a Floyd en el lugar de su muerte afuera del supermercado Cup Foods, donde el afroamericano de 46 años perdió la vida. Los visitantes dejaron flores y letreros en honor a Floyd en el pavimento, donde una niña escribió con tiza: “Lucharé contigo”.
“Esto es terapéutico. Mi corazón estaba realmente apretado esta mañana, así que bajé temprano y cuando llegué aquí esa tensión se disipó”, dijo Diana Jones, una mujer de 40 años madre de cuatro hijos.
En la capital de Estados Unidos, la St. John’s Episcopal Church, un histórico recinto religioso cerca de la Casa Blanca donde han estado muchos presidentes del país, sufrió daños menores mientras que la cercana sede central del grupo laboral AFL-CIO fue destrozada.
La portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, dijo a Fox News que Antifa, un grupo antifascista, estaba “ciertamente detrás” de la violencia. Trump calificó al colectivo como una organización terrorista, aunque no está claro si ha estado involucrado en alguna acto de violencia.
Trump condenó la muerte de Floyd y prometió justicia, pero no ha hecho ninguna declaración pública importante para abordar la crisis. En una serie de tuits, describió a los manifestantes como “matones” y amenazó con usar al ejército de Estados Unidos.
El presidente republicano, que buscará la reelección en noviembre, es acusado por sus críticos de avivar el conflicto y la tensión racial, en lugar de tratar de unir al país y abordar los problemas subyacentes.
El candidato presidencial demócrata Joe Biden, crítico con el manejo de Trump de la crisis, se reunió en una iglesia con líderes de la comunidad negra y prometió crear una junta de supervisión policial dentro de sus primeros 100 días en la Casa Blanca.