Fallece la abogada Gisèle Halimi, figura clave del feminismo en Francia
La abogada franco-tunecina Gisèle Halimi falleció este martes en París a los 93 años, tras una vida dedicada a la lucha por la igualdad y haber sido una de las caras más célebres del feminismo francés junto a figuras como Simone de Beauvoir.
Nacida en 1927 en Túnez, Zeiza Gisèle Elise Taïeb, su nombre de soltera, se crió en una familia judía y conservadora que, como ella recordaba en sus memorias, escondió durante semanas su nacimiento porque su padre no quería reconocer que había tenido una hija.
Su carácter aguerrido ya se hizo notar durante su infancia, como cuando a los diez años inició una huelga de hambre en su casa para defender su derecho a la lectura, o cuando y se negaba a seguir las prácticas religiosas de la familia.
A los 16 años rechazó una propuesta de matrimonio concertado por sus padres y puso rumbo a París, donde estudió derecho y se instaló definitivamente en 1956 al casarse con un administrador civil, Paul Halimi, de quien conservó el apellido, pese a divorciarse de él y casarse de nuevo con Claude Faux, secretario del filósofo y escritor Jean-Paul Sartre, pareja de Simone de Beauvoir.
Precisamente junto a Sartre se alineó en favor de la independencia de Argelia en 1960, cuando defendió a la militante del Frente de Liberación Nacional Djamila Boupacha, acusada de haber puesto una bomba, que fue torturada y violada por soldados franceses.
Halimi y De Beauvoir mediatizaron en "Le Monde" el caso de Boupacha, que fue condenada a muerte y posteriormente amnistiada. Más tarde, escribieron un libro con una portada dibujada por Pablo Picasso, lo que contribuyó a convertir a la joven argelina en un icono de la lucha independentista.
Eso hizo a Halimi abogada de causas difíciles, y la vinculó causas feministas: fue también una de las firmantes del Manifiesto de 343, más conocido como "El manifiesto de las 343 zorras".
CAUSAS HISTÓRICAS
Esa declaración de 1971 sirvió de impulso al movimiento feminista y fue una de las bases de la ley que en 1975 despenalizó el aborto.
Halimi, como De Beauvoir y otras personalidades célebres de la segunda mitad del siglo XX en Francia, como las actrices Catherine Deneuve y Jeanne Moreau o la escritora Violette Leduc, declaraban en el texto haber abortado al margen de la ley y reclamaban un marco legal que amparara a las mujeres.
Sus reivindicaciones se personificaron con el caso de una joven de 16 años, Marie-Claire, que en 1972 fue juzgada por haber interrumpido con la ayuda de su madre su embarazo, fruto de una violación. Halimi fue su abogada y logró su absolución.
No fue la última batalla de Halimi, involucrada también en la penalización de la violación en Francia, en 1980, tras defender a dos jóvenes belgas que denunciaron a tres hombres que las habían violado en 1974.
A finales de los ochenta, Halimi, militante socialista y fiel defensora del expresidente François Mitterrand, se centró en la escritura con obras intimistas en las que habló de sus orígenes, su familia y las causas políticas que marcaron su vida.
"Francia pierde a una republicana apasionada que, como abogada, militante y diputada, fue una gran combatiente de la emancipación de las mujeres", escribió hoy en Twitter el presidente, Emmanuel Macron, como homenaje de despedida.