Trump y Biden exhiben abismo de diferencias
Existe un abismo entre las campañas de Donald Trump y Joe Biden en el tratamiento de la pandemia de coronavirus, y la aparición de los primeros positivos en el entorno del candidato demócrata ha sido una nueva demostración de ello.
La campaña del exvicepresidente anunció ayer por la mañana que dos personas relacionadas con el grupo que viaja con la senadora Kamala Harris, número dos de Biden, habían dado positivo por Covid-19: su directora de comunicación, Liz Allen, y un empleado de la compañía de vuelos chárter que traslada al equipo de la candidatura demócrata.
Según un comunicado de la campaña, Harris no estuvo en "contacto cercano" con ninguno de ellos en los dos días antes del positivo, en seguimiento de las directrices del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) del gobierno de EU, por lo que no estaría requerida de hacer cuarentena.
Sin embargo, Harris suspendió todos los actos presenciales hasta el domingo. Ella ha dado negativo en todos los test realizados, el último este mismo miércoles.
Horas más tarde, y gracias al trabajo de rastreo de contactos implementado, añadían a los casos un integrante del equipo administrativo de la empresa de aviación que transporta directamente Biden, aunque no hubo contacto entre ellos.
El exvicepresidente no hará cuarentena y ayer mismo dio negativo en otra prueba.
Biden y Harris llevan siempre cubrebocas N95, incluso al interior de los aviones; en sus actos se cumple la distancia social a rajatabla, con muy poca audiencia y los ya famosos círculos pintados en el suelo para asegurarse de tener la separación necesaria; los tests son rutinarios.
Trump, quien se burla de las medidas de precaución de los demócratas, parece no tener un plan concreto para gestionar el coronavirus en su entorno, y convirtió su positivo y todos los de su entorno en un espectáculo televisivo.
El abismo que separa a Trump y Biden se volvió a hacer evidente por la noche en los townhall que sostuvieron; el mandatario habló desde Florida, en un evento transmitido por NBC News. El exvicepresidente habló desde Philadelphia, Pennsylvania, en un acto transmitido por ABC.
Los foros sirvieron como una especie de reemplazo del debate virtual que estaba previsto para ayer y que se canceló tras la negativa de Trump de participar en un acto no presencial.
Lo cierto es que mientras Trump defendía su gestión "increíble" de la pandemia y aseguraba que siempre estuvo "OK con el uso de cubrebocas", algo que se contradice con la realidad, Biden resaltaba que el mandatario minimizó a sabiendas la pandemia y que, en cambio, los demócratas sí tienen un plan, del que habló, incluyendo la vacunación.
Trump defendió su política migratoria. Aseguró que la gente debe llegar a EU a través de un sistema de méritos, y llamó a los indecisos a votar por él porque ha hecho un trabajo "grandioso"; Biden, por su parte, habló de cómo resolver las desigualdades raciales que persisten en el país.
El coronavirus sigue siendo uno de los temas centrales con miras a las elecciones del 3 de noviembre, en un país que está al borde de los 8 millones de casos y ya supera con creces los 217 mil muertos. Las cifras de contagios diarios, que superan los 60 mil, están a niveles de finales de julio, especialmente por el brote en estados del medio-oeste.
Las encuestas, desfavorables al mandatario, lo han obligado a jugar a la defensiva, viajando a estados que claramente deberían estar a su favor, como Iowa.
El entusiasmo por estas elecciones es superior a todas las expectativas. Según el conteo del Elections Project, liderado por el politólogo Michael McDonald de la Universidad de Miami, casi 18 millones de estadounidenses ya han emitido su voto, lo que equivale a más del 13% de los sufragios contados en 2016. En estados como Vermont, Nueva Jersey, Virginia, Michigan, Wisconsin o Nebraska ya se han emitido 25% de los votos en relación con los de hace cuatro años.