'Madre caníbal': la mujer que se comió a sus hijos vivos

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Multimedios,  Czech Republic, Hlavní město Praha, 

Han pasado exactamente 14 años desde el llamado "caso Kurim" o "la madre caníbal", el cual es probablemente el caso más famosos de abuso infantil en la República Checa.


La policía local comenzó a investigar las espantosas prácticas de abuso a dos menores desde el 7 de mayo de 2007. El tribunal finalmente envió a seis personas a prisión, entre las que se encontraba la madre de los niños, y las sentenció a un total de 42 años en la cárcel. Actualmente todos se encuentran libres, sin embargo, recientemente en redes sociales recordaron el caso.


Todo tuvo inicio el 7 de mayo de 2007, cuando un video de un niño atado frente a una cámara fue fotografiado por un vecino de Klára Mauerova, en Kurim, un pequeño pueblo de República Checa. El caso fue investigado de manera inmediata por la policía, desentrañando un caso de terror y misterio.


Klára Mauerova, conocida por la prensa como “la madre caníbal de Kurim”, nació en 1975 en Checoslovaquia, actualmente República Checa. Desde muy temprana edad presentó síntomas de esquizofrenia que la impulsó a idear una fantasía religiosa en donde ella era la elegida de Dios para cumplir una misión.


Klára tiene una hermana menor, Kateřina Mauerová, quien también sufría esquizofrenia con ideas muy similares y casi idénticas a las de su hermana.

Según los reportes de la prensa, Klára logró independizarse y estudió pedagogía en la universidad. Después conoció a su pareja, un hombre mucho mayor de edad que ella, con quien se casó y tuvo dos hijos: Jakub y Ondrej.


Con el tiempo, su esposo la abandonó y ella entró en una profunda depresión, sin embargo, salió adelante por sus hijos. Para no sentirse sola, invitó a su hermana Kateřina a vivir juntas.


Poco tiempo después, Klára conoció en la Universidad de Barvora Skrlová, una pequeña niña, que decía tener 13 años de edad y quien presuntamente había huído de su hogar en un centro de menores por los maltratos que sufría.


Ella conmovida por su historia la llevó a su casa, e incluso, con el paso de los años logró adoptarla legalmente.


Barbora, la huérfana que manipuló a una familia

Pero Barbora Skrlová no era ninguna niña, y menos tenía 13 años. Ella ocultaba un oscuro secreto: padecía hipopituitarismo, una condición que disminuye la secreción de hormonas por la glándula hipófisis. Además, padecía déficit crónico de somatotropina, la hormona de crecimiento, es decir, aparentaba ser una niña, cuando en realidad su edad era de 32 años.


Además, la "pequeña" también padecía rasgos psicopáticos, violentos, esquizofrénicos, trastorno de identidad disociativo, conocido como desorden de personalidad múltiple, y tenía facilidades para manipular a la gente a voluntad. Junto a su rostro de niña, se hizo pasar por una menor de edad durante años, hasta que poco a poco fue moviendo las piezas para introducir a la familia a una secta; la llamada "El Círculo del Grial", fundada por su padre biológico.


Poco a poco convenció a las dos hermanas de unirse a la secta. Este movimiento apoyaba y practicaba el abuso, violencia, promiscuidad, incesto y el canibalismo. Barbora comenzó a manipular a las mujeres para que castigaran por todo a los niños. Los abusos y castigos fueron escalando, hasta que construyeron una jaula de hierro para tenerlos encerrados en el sótano.


Los niños permanecieron meses desnudos, y fueron sometidos a tratos crueles orquestados por Barbora y el líder de la secta, un hombre que mandaba mensajes de texto bajo el nombre de “Doctor”, además enviaba instrucciones a las tres mujeres.


Los pequeños fueron abusados y torturados, e incluso dormían sobre sus propias heces, y eran bañados con cubetas de agua fría, hasta que Barbora decidió darles de comer para engordarlos para practicar canibalismo. En una ocasión, la propia madre le pidió a Ondrej que sacara una pierna para cortarle trozos de carne. Este ritual se repetía constantemente.


Una noche, Barbora tuvo una idea para mantener a los niños más vigilados, al comprar una cámara de vigilancia de monitoreo de bebés para instalarlo en el sótano, para tener bajo control a los pequeños. El caso fue denunciado por un vecino que conectó una cámara de bebé para vigilar a su hijo, sin embargo, la grabación captó la señal de uno de los menores desnudo en una jaula y en ese momento entregó la evidencia a la policía.


Según el juicio, un grupo de seis personas, incluida su madre Klára y su tía Kateřina Mauerová, abusaron de dos niños desde el verano de 2006 hasta mayo de 2007 en el poblado de Brno, Kuřim, República Checa, en una casa de campo en Veverská Bítýška.


Según los expresados ante los tribunales, las mujeres encerraron a los hermanos en jaulas, los golpearon, cortaron, ahogaron y quemaron colillas de cigarrillos. El objetivo probablemente era hacer que los niños fueran personas con voluntades rotas, listas para aceptar la palabra y obedecer cualquier orden.