EU quita de lista negra a familiares y empresas de Caro Quintero
Los cuatro hijos y la ex esposa de Rafael Caro Quintero, así como decenas de empresas asociados a ellos, han sido retirados de la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, de conformidad con la Ley de Designación de Líderes del Narcotráfico (Ley Kingpin).
Héctor Rafael Caro Elenes, de 45 años y el mayor de los hijos del presunto narcotraficante sinaloense; y sus hermanos Roxana Elizabeth, Mario Yibrán y Henoch Emilio; además de la madre de todos ellos, María Elizabeth Elenes Lerma, ingresaron en la lista de la OFAC en junio de 2013, junto a otras 13 personas y 15 empresas en total.
En aquel momento, agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) aseguraron que Rafael Caro Quintero había “usado una red de familiares y personas para invertir su fortuna”.
Quienes fueron colocados en dicha lista, que Caro Quintero, junto a una decena de presuntos narcotraficantes, inauguró en 1999, quedaron imposibilitados de utilizar los sistemas financieros y comercial de Estados Unidos, además de que se les congelaron sus cuentas en este país.
El 15 de abril, el juez de distrito, Eric Vitalino, emitió un decreto que autorizaba “la incautación y el decomiso de cinco propiedades inmobiliarias ubicadas en Guadalajara, México, y sus alrededores” que, presuntamente, pertenecían a Rafael Caro Quintero, quien las habría obtenido “con las ganancias producto del narcotráfico".
Los cinco inmuebles objeto de ese escrutinio se encontraban a nombre de Héctor Rafael, Roxana Elizabeth, Henoch Emilio y Mario Yibran Caro Elenes, los hijos de quien, el Departamento de Justicia identifica también como Don Rafa, Compa y R1.
Hasta el momento se ignoran los alcances de dicho decomiso, pero el fiscal de la Corte de Brooklyn, Mark Lesko, y Ray Donovan, agente de la DEA en la División Nueva York, dijeron que “Estados Unidos buscará hacer cumplir esta orden a través de canales diplomáticos”.
Rafael Caro Quintero es actualmente prófugo de la justicia mexicana y norteamericana.
Se halla entre los más buscados por la DEA, que ofrece la suma de 20 millones de dólares a quien entregue datos que lleven a su captura.
Ha sido ligado al Cartel de Sinaloa y desde que fue puesto en libertad en agosto del 2013 —faltando 12 años para cumplir su condena en una cárcel mexicana por el asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar—, se desconocen las actividades en las que se halla involucrado actualmente.
Por su parte, Héctor Rafael Caro Elenes, quien ha sido vinculado a 24 de las 34 compañías que fueron borradas de la lista de la OFAC, es un destacado jinete en Jalisco y ha participado en competencias estatales, nacionales e internacionales, al grado de que representó a México en la especialidad ecuestre en las Olimpiadas de Pekín 2008.
También salió hace unas horas de dicha lista Juan Carlos Soto Ruiz, nativo de Guadalajara y quien, según dijo el Departamento del Tesoro en el 2013, “desempeñaba un papel clave en la gestión de media docena de empresas inmobiliarias y comerciales”, ligadas a la familia de Caro Quintero, hoy exoneradas.
Denisse Buenrostro Villa, esposa de Héctor Rafael, ya había sido retirada de esta misma lista en el 2019, pero el resto de los que fueron sancionados hace ocho años por la Ley Kingpin continúan ahí.
Entre el puñado de empresas se hallan algunas con actividad inmobiliaria, venta de gasolina y de actividades agrícolas, entre otras. Aunque todas ellas están ubicadas en Zapopan y en Guadalajara, la capital de Jalisco, donde Caro Quintero consolidó su emporio, algunas tienen sucursales en Sinaloa, Veracruz, Nuevo León, Ciudad de México, Guanajuato y Baja California.