Hijo de Osama bin Laden que se alejó del terrorismo para dedicarse a la pintura
Osama bin Laden murió hace 10 años, el 2 de mayo de 2011, durante un operativo militar estadunidense que tenía el objetivo de acabar con él y su senda de muerte, derivada de los actos de terrorismo que cometió al frente de la organización criminal Al Qaeda.
Aunque no todo el legado del terrorista fue negativo, pues su cuarto hijo, Omar bin Laden, decidió no seguir el ejemplo de su padre y se inclinó por una vida antibélica que lo llevó a dedicarse a plasmar paisajes a través de la pintura.
Durante una entrevista publicada el pasado 28 de febrero por el portal Vice, Omar, de 40 años, contó cómo fue su infancia y adolescencia al lado de su padre.
También señaló cómo llegó la pintura a su vida, aspecto en el que su mamá, Najwa Ghanem, primera esposa de bin Laden, tuvo mucho que ver.
“Algunos integrantes de la familia de mi mamá son muy artísticos (…) A mi mamá le encanta pintar y también a una de mis hermanas.
Mi tío también era un muy buen artista. La necesidad de dibujar y pintar corre por mis venas”, dijo Omar en el artículo.
El artista, nacido el 1 de marzo de 1981, contó que a los 15 años comenzó su entrenamiento en Al Qaeda y un año después, a los 16, conoció las balas y la desolación en la guerra civil de Afganistán.
Sobre su padre, dijo que no era muy afectivo, sino todo lo contrario, pues además de golpear a sus hijos, los trataba de convencer de realizar misiones suicidas contra los 'infieles' occidentales.
Aunque para él todo cambió tras verse en peligro durante un enfrentamiento en las montañas de Afganistán, pues eso lo hizo cobrar consciencia y alejarse de la guerra para vivir con su mamá en Siria. "La última vez que vio a Osama fue en su complejo en Afganistán en 2001.
Omar tenía 20 años y vivía en Arabia Saudita cuando dos aviones se estrellaron contra las torres norte y sur del World Trade Center, en Nueva York", indica el texto.
El hijo de Osama, que en diversas ocasiones ha condenado los actos terroristas e su padre, actualmente vive en la región francesa de Normandía junto a su esposa, Zaina Mohamed Al-Sabah, con quien se casó en 2007.
Respecto a su llegada a la pintura, Omar señaló que desde hace muchos años tiene intereses artísticos, pero fue el confinamiento ante la pandemia de covid-19 el que lo llevó a ejercer la pintura con mayor frecuencia.
"Buscamos suministros en las tiendas de arte y, aunque escaseaban debido al confinamiento, encontramos todo lo que necesitaba.
(…) Desde ese día me senté en mi estudio y pinté desde mi corazón", dijo sobre cómo comenzó a pintar paisajes desérticos. "Estoy tratando de encontrar algo de luz al final de este oscuro camino. (...) Espero que la pintura traiga de vuelta la luz a mi vida", concluyó Omar en la charla con Vice.