El Vaticano se prepara ante posibilidad de que haya mujeres en la Guardia Suiza
El nuevo cuartel de la guardia suiza del Vaticano se construirá para integrar a miembros femeninos si el papa Francisco o sus sucesores permiten que las mujeres se unan a la colorida fuerza de élite.
Funcionarios de la fundación suiza que está recaudando los 45 millones de francos suizos (46 millones de dólares) estimados para reemplazar el actual cuartel de 150 años de antigüedad firmaron el miércoles un memorando de entendimiento con la Secretaría de Estado del Vaticano.
"El proyecto incluye habitaciones individuales con baño privado", dijo Riccardo Boscardin, ejecutivo de la fundación, en el patio del cuartel tras la firma.
"Hay dos razones. Una es porque el COVID golpeó cuando el proyecto comenzó y la segunda es la posibilidad de integrar a las mujeres en la guardia", sostuvo Boscardin. "Pero esta decisión no es nuestra, sino exclusivamente del Vaticano y del Papa", agregó.
El cuerpo, cuya misión principal es proteger al Sumo Pontífice, ha sido exclusivamente masculino desde su fundación en 1506. Todos los hombres son ciudadanos suizos.
Francisco, de 85 años, ha nombrado a mujeres para varios puestos de responsabilidad y gestión en la administración del Vaticano y en marzo introdujo una nueva constitución histórica que permitirá a cualquier católico laico bautizado, incluidas las mujeres, dirigir la mayoría de los departamentos del Vaticano.
La Fundación de la Guardia Suiza Pontificia, que apoya financieramente a la guardia, ha recaudado ya unos 37 millones de francos y necesita reunir unos 7,5 millones más, dijo Boscardin a Reuters.
Añadió que las obras debían comenzar en enero de 2026 para que los guardias no se vieran desplazados durante el Año Santo 2025, cuando se espera que millones de peregrinos visiten el Vaticano.
Debido a las restricciones de construcción que afectan a los edificios históricos, el lado del cuartel que da a Roma, que rodea la ciudad-estado soberana del Vaticano, se mantendrá o se reconstruirá exactamente como está ahora.
La construcción de un edificio totalmente nuevo, respetuoso con el medio ambiente y que ahorre energía, aunque se parezca al antiguo exteriormente, costaría mucho menos que renovar el actual, dijo Boscardin