La policía de Tulsa dijo el jueves que un hombre armado, que mató a cuatro personas en un edificio médico de la ciudad del estado de Oklahoma, acudió al lugar para matar a un médico al que culpaba del dolor que sufría tras una operación.

El hombre armado, identificado como Michael Lewis, entró en un edificio del campus del Sistema de Salud St. Francis con un arma tipo AR-15 y abrió fuego, matando a dos médicos y a otras dos personas, dijo el jefe de la policía de Tulsa, Wendell Franklin, en una rueda de prensa.

Lewis, quien se suicidó, dejó una carta en el lugar de los hechos, dijo Franklin.

Además de los cuatro fallecidos, otras personas resultaron heridas.

El hecho se produjo después de dos tiroteos masivos que han conmocionado a los estadounidenses y han reabierto un antiguo debate sobre el endurecimiento de los controles de la posesión de armas de fuego y el papel de la salud mental en la epidemia de violencia armada que asola el país.

El amanecer en Dallas estuvo marcado por el estruendo de las balas. A las 6:40 de la mañana, un hombre armado abrió fuego contra las instalaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) desde un edificio contiguo a la autopista North Stemmons. Minutos después, el mismo atacante se quitó la vida con un disparo.

El saldo: dos personas muertas y una más hospitalizada con heridas de bala. Ningún agente de ICE resultó herido, pero el ataque encendió las alarmas. Apenas semanas atrás, este mismo complejo había recibido una amenaza de bomba.

Decenas de patrullas de la policía de Dallas y del FBI inundaron la zona en respuesta a la emergencia. Mientras tanto, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, advirtió que los ataques contra agentes de ICE están en aumento, y el vicepresidente JD Vance calificó el hecho como “un ataque obsesivo contra las fuerzas del orden”.

El recuerdo de otro ataque similar, ocurrido el pasado 4 de julio en un centro de detención migratoria de Texas, resuena como un eco inquietante: la violencia contra instalaciones federales parece intensificarse.

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Un hombre de Kansas City fue acusado el lunes de dos delitos graves por el tiroteo de un adolescente negro que resultó herido tras equivocarse de casa cuando iba a recoger a sus hermanos gemelos menores.

Andrew Lester, un hombre blanco de 85 años, fue acusado de agresión en primer grado y de acción criminal armada por disparar a Ralph Yarl, de 16 años, en la puerta de su casa de los suburbios sobre las 22.00 hora local del jueves, según informó el fiscal.

"Puedo decirles que hubo un componente racial en el caso", dijo en rueda de prensa el fiscal del condado de Clay, Zachary Thompson, sin dar más detalles.

Se efectuaron dos disparos con un revólver a través de una puerta de cristal, dijo el fiscal. Yarl, que fue alcanzado en la cabeza y en un brazo, no cruzó el umbral, dijo Thompson, quien añadió que no parecía que se hubieran intercambiado palabras en el encuentro.

Lester podría enfrentarse a cadena perpetua en caso de ser declarado culpable del cargo de agresión y hasta 15 años por acción criminal, dijo el fiscal. Los delitos de odio, que no se presentaron, conllevan penas menores en Misuri, añadió.

Kansas City ha vivido dos días de protestas después de que el dueño de la casa disparara a Yarl, que fue dado de alta del hospital y se está recuperando de las heridas, según su familia.

Los manifestantes se reunieron el lunes en la casa del sospechoso, en una calle arbolada, al grito de "Las vidas de los negros están siendo atacadas" y "Levántate, contraataca", según mostraron videos en internet.

"Ningún niño debería vivir con miedo a que le disparen por llamar al timbre equivocado", tuiteó la vicepresidenta Kamala Harris en respuesta al tiroteo.

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Forenses de Los Ángeles comenzaron el lunes a identificar a las 10 personas que murieron en una masacre durante celebraciones del Año Nuevo Lunar al interior de un popular salón de baile en la localidad de Monterey Park, California.

La oficina del forense confirmó los nombres de dos mujeres, My Nhan, de 65 años, y Lilan Li, de 63, que se encontraban entre los clientes que murieron en el tiroteo del sábado en el Star Ballroom Dance Studio.

Si bien no revelaron los nombres de las otras víctimas, los forenses dijeron que las cinco mujeres y los cinco hombres que murieron tenían entre 50 y 70 años.

La familia de Nhan dijo en un comunicado escrito publicado en Twitter que "estamos comenzando el Año Nuevo Lunar quebrados". Dijeron que había visitado el estudio de baile los fines de semana durante muchos años y que le encantaba bailar.

Amigos y asistentes al salón de baile identificaron a otra víctima como Ming Wei Ma, que se cree que tiene unos 60 años. Era una cliente frecuente en el estudio de baile y sus amigos le dijeron a una final del canal CBS que fue uno de los primeros en apresurar al tirador.

"Era simplemente cariñoso, una persona del tipo 'los demás primero, las personas primero'", dijo el amigo de Ma, Eric Chen, a medios locales.

Las identificaciones de otras víctimas se retuvieron en espera de la notificación a los familiares.

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La policía de la ciudad de Enoch, en Utah, informó la noche del pasado miércoles el hallazgo de ocho personas muertas, con herida de bala.

En un comunicado, la policía dijo que oficiales acudieron a un domicilio en Albert Drive para revisar si todo estaba bien y que al ingresar a la vivienda encontraron a “tres adultos y cinco menores muertos”. Todas los cuerpos tenían heridas de bala.

La policía dijo que no cree que exista “amenaza para la comunidad o sospechosos fugitivos”. Concluyó señalando que la investigación se mantiene active y que se brindará más información cuando haya disponible.

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Al menos tres personas han resultado muertas, entre ellas el atacante, en un tiroteo ocurrido en la noche del domingo en un supermercado del estado de Oregón, EU, informaron los medios locales.

El incidente se produjo hacia las 19.00 hora local en el centro comercial The Forum, en la localidad de Bend, una pequeña ciudad a unos 200 kilómetros al sureste de Salem, la capital de Oregón.

El presunto atacante se encuentra entre los fallecidos, según confirmó el departamento de Policía de Bend a la cadena ABC News.

La policía cree que el sospechoso armado entró por la parte trasera del centro comercial e inicialmente disparó contra un estacionamiento del supermercado Costco y de una tienda Big Lots.

Según la cadena, no se produjeron víctimas en ninguno de estos dos lugares.

Sin embargo, la policía cree que, posteriormente, el sospechoso entró en un supermercado de la cadena Safeway y disparó al menos a un individuo cerca de la entrada, quien fue trasladado a un hospital local en el que falleció, dijo la policía.

El sospechoso continuó dentro del supermercado, disparó y mató al menos a otra persona, agregó la policía.

Los oficiales que respondieron al tiroteo entraron en el supermercado y encontraron al sospechoso de haber cometido el ataque muerto dentro de la tienda. Según la policía, los agentes no dispararon en ningún momento.

El jefe de policía de Bend, Mike Krantz, dijo a los periodistas que el sospechoso portaba un fusil AR-15 y una escopeta. Las identidades del sospechoso y de las víctimas no fueron reveladas, precisó la cadena ABC, que añadió que el suceso sigue bajo investigación.