Las secretarías de Salud y Educación de Nuevo León realizaron estudios para detectar estudiantes con riesgo de incurrir en conductas violentas o depresivas a fin de evitar incidentes como el registrado el 18 de enero de 2017 en el Colegio Americano del Noreste. Salud localizó 5 mil 755 casos de alto riesgo, mientras Educación detectó 278 casos con alerta de violencia.
Manuel de la O Cavazos, titular de Salud, informó que el estudio se practicó a 332 mil 553 estudiantes de prescolar, primaria y secundaria, donde se detectaron 5 mil 755 escolares que están en riesgo alto de tener alguna conducta que puede poner en riesgo su salud o la de sus compañeros, por actos de violencia. Agregó que de esa cifra, 423 tienen problemas de responsabilidad y juego; hubo detección de ansiedad en mil 734; trastornos afectivos en mil 786, y problemas de disociación en mil 1544 alumnos.
El funcionario añadió que el estudio sobre conductas de riesgo en salud mental es el primero aplicado en el país mediante el cual se articularon estrategias de detección para un abordaje oportuno en prevención y tratamiento especializado en nivel preescolar, primaria y secundaria.
En los casos de riesgo alto se evaluará su situación emocional en un servicio especializado para descartar un trastorno psiquiátrico y serán tratados en el Instituto de Salud Mental que tiene la Secretaría de Educación, en los Servicios de Salud de la entidad, en el Hospital Psiquiátrico y los 16 Centros de Prevención de Adicciones, así como en la Facultad de Psicología y el Departamento de Psiquiatría Infantil del Hospital Universitario de la UANL.
Para los casos de riesgo bajo y medio se van a realizar talleres formativos en la prevención de adicciones, orientación específica a grupos de alumnos identificados, además de desarrollar alternativas de esparcimiento para mantener ocupados a los adolescentes en actividades culturales, artísticas, deporte y convivencia en familia.
El secretario de Educación del estado, Arturo Estrada Camargo, señaló que la dependencia a su cargo aplicó un cuestionario a maestros de 176 escuelas para identificar alumnos con problemas de conducta, depresión, y otros.
Explicó que se ha evaluado la información sobre 74 mil 060 alumnos y se detectaron 15 mil casos de alertas de mayor a menor grado en escuelas públicas urbanas y rurales.
En total hubo 10 mil 490 casos con déficit de atención, 7 mil 296 con trastorno de ansiedad, 2 mil 202 con hiperactividad, 2 mil 018 con trastorno de conducta, mil 308 que presentan déficit de atención e hiperactividad, 662 casos de alera de depresión y 278 con alerta de violencia.
La alegría de ver por primera vez a un hijo sonreír, dar pequeños pasos y emitir sus primeras palabras no es comparable con el regocijo que experimentó la familia Ramírez González al observar en Luis Fernando un leve movimiento de sus extremidades, un parpadeo y todo avance, por pequeño que sea, cuando salió del estado de coma después de sufrir un disparo que atravesó su cráneo.
Sin rencores, sin amarguras, sin lanzar culpas y hasta contentos por la evolución milagrosa, la solidaridad y cariño recibidos se muestran Aurora González García y Fernando Ramírez Garza, padres de Luis Fernando, uno de los tres adolescentes que resultaron heridos durante el incidente registrado el 18 de enero de 2017 en un salón de clases del Colegio Americano del Noreste.
Entrevistados en su vivienda en una colonia de clase media al sur de Monterrey, acompañados de sus hijos Luis Fernando, de 15 años, y Alejandra, de 13, la familia aceptó hablar del caso, un tanto para hacer conciencia de la necesidad de escuchar y estar pendientes de lo que hacen los hijos, además de dar el mensaje de que se puede salir de problemas, aun los más difíciles, cuando se abordan con unión familiar y tenacidad, aseguran.
Luis Fernando era un estudiante de excelencia, con 97% de promedio en secundaria, y se había ganado una beca para estudiar preparatoria en la Universidad de Monterrey o en el Tecnológico de Monterrey, antes de la lesión que puso en riesgo su vida. Pero el ataque pospuso sus planes y será hasta agosto próximo cuando ingrese al bachillerato, pues por el momento se enfoca en su rehabilitación.
"Le iban a dar la oportunidad de ir en silla de ruedas, pero tenía que acompañarlo un ayudante para la movilidad, y él todavía no puede escribir, aunque iba a tener algunas consideraciones, debería cumplir con todo el programa", comenta su madre.
Cuando tenía dos meses en el hospital no podía leer, su familia lo hacía para él. Ahorita Luis Fernando sí lee, no con la misma velocidad, pero ya se está entrenando. El menor afirma que en este periodo ha leído unos 70 libros, todos en papel, porque "tienen magia, y es pecado leer libros en línea", bromea.
Él mismo daba vuelta a las hojas con la mano izquierda, pues la derecha es la más dañada, dice su padre, quien destaca la coordinación y claridad mental de sus frases e ideas, aunque la lesión le afectó un poco la memoria de corto plazo.
Los padres aseguran que una neurosicóloga trabaja al respecto y recibirán apoyo de la Secretaría de Educación del estado para llevar un plan integral y prepararlo académicamente para el ingreso a preparatoria.
"En agosto empezará el primer semestre, tenemos que trabajar muy duro para que esté listo", refiere su mamá.
La rehabilitación
Los padres de Luis Fernando aseguran que lo que han vivido ha sido como un renacer, más emotivo que cuando un bebé empieza a sonreír, a sentarse, a dar sus primeros pasos, porque eso es algo natural; lo de su hijo es como un regalo inesperado.
"Ante un bostezo, por ejemplo, decíamos ‘qué padre’ porque es un estímulo que el cerebro está recibiendo; o ‘ya movió la mano, ya movió el pie, se sonrió, parpadeó’, todos esos detalles para nosotros eran muy importantes" dice don Fernando.
Su esposa agrega: "Ha sido pesado, pero no tanto; es nuestro hijo, lo amamos, nos duele, nos pesa y tratamos de hacer que la vida sea más fácil para él".
Doña Aurora relata cómo son las terapias a las que es sometido Luis Fernando día con día para su recuperación y reconoce lo difícil que fue en las primeras ocasiones.
"Las terapias son de lunes a viernes por la mañana de tres a cuatro horas diarias. Le dan electroestímulos, trabajo en colchonetas, ya se sube a bicicletas, y hace ejercicios en las barras para el equilibrio", comenta Aurora.
El 18 de enero de 2017 en el Colegio Americano del Noreste, mientras la maestra Cecilia Solís Flores recogía los cuadernos para revisar la tarea de sus alumnos de tercer grado, Federico, de 15 años, sacó un arma calibre 22 que llevaba en su mochila, se levantó y disparó contra la profesora y otros tres compañeros de su grupo. Después, cargó la pistola nuevamente y la accionó contra sí mismo.
El menor no perdió la vida ahí, fue llevado grave al hospital Christus Muguerza Obispado de altas especialidades, donde horas más tarde fue declarado con muerte cerebral y desconectado. Sus órganos fueron donados por su familia.
La maestra Cecy, de 24 años, también quedó herida de gravedad y fue atendida en el Hospital Universitario, donde se le mantuvo con vida poco más de dos meses y con leves signos de recuperación, pero el 29 de marzo murió.
En ese contexto, el Colegio Americano del Noreste, se rehusó a indemnizar la familia de la maestra Cecilia y lo mismo hizo Alejandro Guevara, padre del menor que disparó el arma. Incluso, el plantel privado obligó a la maestra Nayely Solís Flores, que laboraba en el mismo plantel, a renunciar a su trabajo al no asignarle grupo y encargarle otras tareas incluso de limpieza.
En cuanto a los alumnos lesionados, Mariel fue dado de alta un día después del ataque, ya que sólo resultó herido en un brazo. Ana Cecilia sufrió un disparo en la cabeza y fue atendida en el hospital Christus Muguerza Sur, donde logró una recuperación calificada de milagrosa y fue dada de alta el 25 de febrero, 38 días después de la agresión.
En tanto, Luis Fernando recibió un balazo en el cráneo y fue atendido en el Hospital Universitario, donde permaneció 56 días internado y el 15 de marzo fue dado de alta para continuar su rehabilitación en su casa. Su lesión le causó daño neurológico y afectó su capacidad motriz, por lo que debe movilizarse en silla de ruedas.
En el aspecto legal, tres días después del ataque armado, el vocero de Seguridad del gobierno de Nuevo León, Aldo Fasci Zuazua, declaró que la Procuraduría de Justicia del Estado había cerrado el expediente del caso debido a que el responsable de la agresión estaba muerto y que los padres del adolescente también eran víctimas al perder a su hijo.
Fasci, ahora ex funcionario estatal y aspirante a candidato a la alcaldía de Monterrey por la vía independiente, expuso en ese entonces que los padres no le proporcionaron el arma al menor, aunque en las investigaciones se reveló que su padre es aficionado a la cacería y fue quien le enseñó a manejar armas.
Este tipo de violencia es inédito en el país, por lo que obligó a las autoridades de Educación a establecer medidas de seguridad para evitar nuevos incidentes.
De acuerdo con el más reciente estudio de Doctoralia.com.mx, El perfil y comportamiento del Paciente 3.0, en México, 33.7% de las personas que efectúan y agendan consultas médicas online tienen entre 25 y 34 años. No es casualidad que estos jóvenes comprendan el sector más amplio de los denominados “Pacientes 3.0”: son los que realizan mayor actividad laboral y conocen las ventajas y desventajas del sector público sanitario, por lo que no desean invertir tiempo en esperar una cita médica y, debido a que también cuenta con los recursos económicos, invierten para agendar sus encuentros con inmediatez.
¿Cómo es el paciente 3.0 en México?
El Paciente 3.0 es una persona que utiliza Internet constantemente, busca información de gran calidad sobre profesionales de la salud y servicios médicos, concierta visitas médicas a través de plataformas online y participa en debates sobre salud y tratamientos en la red.
Según el estudio de Doctoralia, se trata generalmente de una mujer entre 25 y 34 años, que vive y trabaja en un gran centro urbano. Con un 68.5%, las mujeres han demostrado estadísticamente que deciden con más frecuencia buscar ayuda profesional para cuestiones de salud en Internet, pues son ellas las que suelen encargarse con más frecuencia de los asuntos médicos, tanto personales como familiares. Además, acuden al médico en una fase más temprana de la enfermedad, en comparación con los hombres, lo que aumenta la posibilidad de curación.
Por ello, no es extraño que los médicos más consultados sean los ginecólogos (13,9%). Completan el Top 5 los dermatólogos (5,9%), dentistas (4,7%), urólogos (4,5%) y cirujanos (4,4%)
En cuanto a la reserva de citas, los días preferidos por los mexicanos para buscar médicos y agendar consultas son los lunes (18%) y martes (17%), y la hora promedio con más citas es a las 10:00 horas.
En términos de acceso, el dispositivo más utilizado para agendar o realizar consultas médicas es el teléfono celular (68,9%), y tan sólo el 26.1% lo hace a través de una computadora de escritorio.
El Paciente 3.0 en otros países
México demuestra seguir la tendencia del uso de herramientas online para propósitos médicos, ya que, en Polonia, Turquía, Italia, España y Brasil, países en los que también se ha realizado el estudio, los datos son similares, pues excepto en España, son los jóvenes entre 25 y 34 años los que ocupan con mayor frecuencia estas herramientas, y las mujeres las usuarias más activas.
En cuanto a los especialistas más solicitados a nivel mundial, la situación tampoco es diferente, por ejemplo, en Brasil, Polonia, Turquía y España, el médico más buscado también es el ginecólogo; únicamente en Italia se consulta más a los dentistas.
Los días y horarios de mayor volumen de consultas también ocurren al inicio de la semana en todos los países en los que se ha realizado el estudio. Concretamente entre lunes y martes y en horario matutino: entre las 10:00 y 11:00 horas, con excepción de los usuarios brasileños, que prefieren agendar a las 08:00 horas, y los italianos, que lo hacen a las 17:00 horas.
Finalmente, podemos afirmar que, con base en el Estudio de Doctoralia, los médicos mexicanos son los que brindan un mejor servicio en relación con los demás países puesto que los doctores nacionales han obtenido en su conjunto un 97.2% de reseñas positivas por parte de los usuarios, cuando en países como Turquía, Brasil, España y Polonia han recibido 95.9, 95.2, 93.3, 87.5 y 73.4% de calificaciones positivas, respectivamente.
La contaminación atmosférica al aire libre ha estado vinculada durante mucho tiempo a importantes trastornos de salud como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, cáncer, asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Un estudio que se publica este jueves en "Journal of the American Society of Nephrology" añade la enfermedad de riñón a la lista.
La contaminación puede aumentar el riesgo de enfermedad renal crónica y, en última instancia, contribuir a la insuficiencia renal, según los autores de este trabajo, investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington y el Sistema del Cuidado Médico de St.
El equipo seleccionó bases de datos nacionales de VA para evaluar los efectos de la contaminación atmosférica y la enfermedad renal en casi 2 millones de personas durante un periodo de 8 años y comparó los datos de VA sobre la función renal con los niveles de calidad del aire recogidos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) y la Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) estadounidenses.
Los resultados sugieren que 44 mil 793 nuevos casos de enfermedad renal y 2 mil 438 nuevos casos de insuficiencia renal pueden atribuirse a niveles de contaminación del aire que exceden el umbral de EPA de 12 microgramos por metro cúbico de aire, que es el nivel más alto de contaminación atmosférica considerado seguro para el público, según lo establecido por la Ley de Aire Limpio de 1990 y actualizado en 2012.
Las partículas finas alteran la función renal
Las partículas finas pueden dañar los riñones de la misma manera que dañan otros órganos, como el corazón y los pulmones. Los fragmentos de polvo, suciedad, humo, hollín y gotas líquidas, transportados por el aire e invisibles, a menudo se vuelven destructivos cuando invaden el torrente sanguíneo. Los riñones filtran la sangre y estas partículas dañinas pueden interrumpir la función renal normal.