La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Propefa) informó del seguimiento y atención brindada a un jaguar macho que fue atropellado en la carretera Costera del Golfo en Campeche, el cual falleció a causa de las fracturas ocasionadas por el incidente.
"La Profepa dio atención al reporte del área de bomberos de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del Estado de Campeche por el atropellamiento de un jaguar macho en la carretera Costera del Golfo", señaló la dependencia.
"Personal de la Profepa se trasladó al lugar, realizó el levantamiento del cadáver, el cual se llevó al laboratorio del Centro de Desarrollo Sustentable (Cedesu), de la Universidad Autónoma de Campeche para la práctica de la necropsia".
Agregó que, de acuerdo al informe emitido sobre la condición que presentó el cadáver del ejemplar de jaguar que formaba parte del grupo panthera anca, se determinó que la causa de la muerte fue por fracturas múltiples presumiblemente ocasionadas por atropellamiento, ya que no se observó evidencia de heridas de otro tipo como pudieron ser: impactos de bala, heridas punzocortantes o mordidas.
La procuraría ambiental señaló que el cadáver del ejemplar quedó bajo la depositaria del Laboratorio de Biodiversidad y Colecciones Científicas del Centro de estudios de Desarrollo Sustentable y Aprovechamiento de la Vida Silvestre de la Universidad Autónoma de Campeche.
Desde los primeros años de su vida Sofía Molina visita comunidades de la Huasteca Potosina; además, convive con muchos niños que habitan cerca de la naturaleza. Así surgió en ella el deseo de participar en la preservación del ecosistema y, a raíz de una tarea escolar, eligió colaborar en la salvaguarda de una de las especies con mayor riesgo de extinción: el jaguar.
Con esta idea en mente creó Cococu, una organización sin fines de lucro que busca concientizar sobre la urgente situación de este animal a través de conferencias y talleres, tanto para niños como adultos. El nombre de la iniciativa se deriva de las acciones conocer, concienciar y cuidar. Su emblema es la figura de un pequeño jaguar.
El trabajo de Cococu se remonta a 2016, cuando Sofía, originaria de San Luis Potosí, cumplió siete años: "Viajaba mucho con mis padres. Ellos tienen otra asociación que está muy involucrada con las comunidades. Yo me quedaba con los niños y notaba que todas las decisiones se tomaban entre adultos. Fui creciendo y fui viendo que era lo mismo siempre y, cuando se me dio la ocasión, pensé en todo lo que se necesitaba para que el niño tuviera más oportunidades", explica.
Actualmente Sofía tiene 10 años y ha viajado por el país presentando su propuesta en congresos, comunidades y escuelas de todos los niveles educativos, pero siempre regresa a la Huasteca Potosina y no tiene problema con recorrer decenas de kilómetros y más de cinco horas en auto para llegar a las zonas selváticas de su estado.
¿Por qué cuidar al jaguar?
Un estudio realizado por el Instituto de Ecología de la UNAM determinó que hay alrededor de 64 mil jaguares en todo el planeta; de ellos, 90% se encuentra en la región de la Amazonia que abarca a Brasil, Perú, Ecuador y Colombia. En el resto del mundo, incluyendo nuestro país, únicamente está 10% de la población total de esta especie.
La población de felinos en México es de menos de 4 mil y hay dos elementos que amenazan su supervivencia: la caza y la destrucción de su hábitat. El hogar de este felino, el más grande del país, se ha perdido en más de 40%, esto los ha confinado a zonas más alejadas de los seres humanos: las partes más altas de la zona montañosa de las sierras Madre Occidental y Oriental y en algunas costas del océano Pacífico, del Golfo de México y el sur-sureste.
En el caso de San Luis Potosí, el jaguar únicamente está presente en una pequeña región, la cual comprende ocho municipios de la Huasteca Potosina, una zona famosa por sus impresionantes paisajes naturales, la abundante vegetación y que cada vez atrae más turismo.
Además, el jaguar se ha denominado como una especie "sombrilla", porque de ella depende el equilibrio de otras especies de plantas, insectos y mamíferos pequeños, por lo que es una pieza importante de su cadena natural. Con el proyecto Cococu el Jaguar, la intención es que la gente de San Luis Potosí, especialmente los menores de edad, sean conscientes de las especies que están cerca de ellos, aun si no las pueden ver, y así se den cuenta de que acciones pequeñas, como respetar el bosque, tiene efectos grandes como la permanencia de una especie.
La joven activista quiere que otros niños participen y se sumen al programa como embajadores de Cococu, de esa manera llevarán la enseñanza a personas cercanas, como amigos, familia o compañeros de escuela.
Parte del programa incluye a miembros de las comunidades que se comprometen a preservar su entorno en beneficio de las especies. Algunos de estos espacios, que se han denominado los cubiles de Cococu, son áreas turísticas que reciben a visitantes de todo el país. El programa de conservación del jaguar tiene más de 11 mil hectáreas.
Una visita responsable a la Huasteca
Los padres de Sofía presiden la organización Raisac, la cual protege el medio ambiente que podría estar afectado por actividades humanas. Ellos saben que en el ecosistema todo es una cadena y cada elemento importa, idea que Sofía heredó.
Su iniciativa busca promover el turismo en zonas cercanas a la Huasteca Potosina, pero con un enfoque diferente al tradicional: que las personas puedan visitar la región y que sean conscientes de que conocerán, cuidarán y preservarán el lugar.
El padre de Sofía explica un ejemplo: cuando un grupo de turistas van en busca del jaguar ven sus huellas en el lodo y caminan a través de los árboles, conocen su rutina y los lugares que los animales recorren. Eso les da más cercanía con la especie. La importancia del programa en parte surge de la idea de que la Huasteca es una zona que atrae a miles de visitantes.
Un turismo sustentable no sólo es ecológico, además pretende instruir con prácticas más responsables dentro de áreas naturales protegidas y diseñar estrategias de desarrollo validadas comunitariamente. Así preservan, aprovechan mejor sus recursos y también favorecen las actividades económicas de la población de al menos 10 comunidades rurales.
Gracias a la actividad de sus padres Sofía tuvo contacto con investigadores y especialistas en sostenibilidad desde que era muy pequeña. Ella notó que aunque poseen un gran conocimiento sobre biodiversidad, éste se queda sólo entre los especialistas y no es llevado a las personas alejadas del ámbito académico. De ahí, el interés por acercarse a todo tipo de público.
Los logros de Cococu
Sofía se ha reunido en varias ocasiones con el delegado de la ONU en México y acude a eventos para hablar sobre la importancia de proteger el medio ambiente y preservar el jaguar. Por los logros que la pequeña ha tenido, Sofía fue nombrada por La Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible (SDSN) de la ONU como una persona destacada para compartir su experiencia en el arranque en México del programa en su Capítulo Juvenil. Esto, como parte de una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas, la cual busca acercarse a los 17 objetivos hacia la sostenibilidad.
Este no es el primer reconocimiento que gana Sofía, en 2018 fue por los Premios Latinoamérica Verde, que entrega el gobierno de Guayaquil, Ecuador. Aunque no pudo ir hasta ese país latinoamericano con su familia.
Por si fuera poco en 2017 ganó el tercer lugar de Coparmex, con el proyecto de alcancías Piggy Bank, en el que vendió pequeñas figuras en forma de animales donde los niños ahorraban. "Es como si adoptaras el animal", explica la niña de 10 años.
Por ahora todo el dinero con el que opera la organización se obtiene por medio de donaciones. Sofía quiere que el respeto que siente por la naturaleza llegue a otros niños: "Quiero que llegue a nivel mundial, que todos se hagan conscientes del daño en planeta y que piensen las futuras generaciones qué planeta van a tener, si uno muy contaminado o no".
Uno de los jaguares que se encuentran en la principal reserva animal del municipio veracruzano de Orizaba, mató a un perro criollo.
El can acompañaba a su propietario mientras paseaban por el área de gran afluencia turística.
En un boquete en la jaula, el canino introdujo su cabeza y fue alcanzado rápidamente por el jaguar, quien lo jaló una y otra vez por lo que prácticamente lo devoro ante la mirada de agentes policiacos y turistas.
El presidente municipal, Igor Fidel Rojí López, mencionó que investigarían los hechos.
La madrugada de este sábado murió el jaguar melánico "El Negro", de casi 24 años de edad, que habitaba en el Parque museo "La Venta", y quien presentaba deficiencia física propia de su longevidad, informaron las autoridades estatales.
Fue la Secretaría de Cultura, a través de un comunicado, quien informó del deceso del jaguar que era atendido por un equipo de biólogos y médicos veterinarios, detallando que se realiza el protocolo correspondiente que incluye la práctica de la autopsia, para tener un dictamen oficial sobre las causas de la muerte del felino.
"El Negro", apodo con el que se conocía a este jaguar melánico, nació el 28 de mayo de 1995 en un criadero de felinos silvestres del proyecto Balam, en el estado de Puebla, llegó al Parque Museo "La Venta" el 30 de agosto de 1996, y desde entonces formaba parte de sus atractivos a visitar.
El médico veterinario Juan José Carrera Flores, responsable técnico de la Unidad de Manejo Ambiental (UMA), dio a conocer que con 24 años, este organismo, que desde el pasado mes de enero comenzó a mostrar menos actividad y problemas físicos, había superado los 22 años de esperanza de vida que estos felinos tiene en cautiverio, por lo que "El Negro" recibía un cuidado especial.
Aclaró que el felino no estaba enfermo, sino que se encontraba en su última etapa de vida y explicó que, de un promedio de 2 kilos y medio de carne que consumía diariamente, el jaguar había reducido su dieta a 300 gramos, por lo que le estaban administrando aminoácidos esenciales a través del agua que consume.
Actualmente, en el Parque Museo "La Venta" existen otros tres jaguares jóvenes de siete años en promedio, dos hembras y un macho: "Sombra", "Ámbar" y "Tarahumara"; además de cuatro felinos menores y 570 organismos de ocho especies diferentes.
Por la muerte, posesión y comercialización de un jaguar cazado en San Antonio Xiulub, Yucatán, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) presentó una denuncia penal ante la PGR contra tres sujetos identificados, así como contra quien resulte responsable de estos hechos.
Derivado de una inspección realizada en la localidad de San Antonio Xiulub, en el Municipio de Espita, Yucatán, se identificaron a tres sujetos de un grupo que intervino en la muerte, posesión y comercialización de un ejemplar de jaguar.
Según los hechos denunciados en redes sociales, el jaguar fue localizado por perros en un monte, el cual está ubicado a una distancia de entre 5 y 6 kilómetros del poblado de San Antonio Xiulub y posteriormente fue abatido con armas de fuego en el interior de una cueva, para posteriormente extraerle la piel y venderla.
El pasado 22 de abril la dependencia comenzó una investigación por la probable caza de un ejemplar de Jaguar así como la venta de su piel, cabeza, colmillos y diversas partes de su cuerpo, ocurrido en el poblado de San Antonio Xiulub.
Tras las denuncias realizadas en redes sociales y medios de comunicación locales, personal de la Profepa se trasladó al poblado en mención para realizar la inspección correspondiente, cuyo resultado permitirá sancionar y denunciar ante la autoridad ministerial a los presuntos responsables de violar la legislación en materia de protección a la vida silvestre.
Los inspectores federales se entrevistaron con pobladores de la zona, quienes manifestaron que el jaguar fue víctima de caza probablemente por parte de criadores de ganado, ya que el ejemplar fue señalado de comerse a siete carneros de su propiedad.
Las personas mencionaron que tanto su piel como carne, colmillos y cabeza fueron objeto de comercio ilegal, hechos que también son investigados para establecer la responsabilidad de los cazadores furtivos.
Cabe señalar que el jaguar (Panthera onca) es una especie en peligro de extinción (P), enlistada en la NOM-059-SEMARNAT-2010; además, se encuentra incluida en el Apéndice I de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre (CITES).
Con base en el artículo 420 fracción IV del Código Penal Federal, se podrá imponer una pena de 1 a 9 años de prisión a quien ilícitamente dañe, trafique, posea, transporte, acopie, introduzca o extraiga al país alguna especie sujeta a protección especial, o regulada por algún tratado internacional del que México sea parte.