La Comisión Europea anunció este miércoles un nuevo paquete de sanciones contra Rusia que incluye por primera vez un veto a las compras de petróleo ruso, aunque contempla que se aplique de manera progresiva y con ciertas excepciones.
"Proponemos una prohibición del petróleo ruso. Será una prohibición total de importación por mar y por oleoducto, crudo y refinado", dijo la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
De acuerdo a la agencia EFE, Von der Leyen señaló que la idea es que esta prohibición se implemente de una forma ordenada, pero sobre todo "asegurar rutas de suministro alternativas y minimizar el impacto en los mercados a nivel mundial.
E indicó que la idea es instalar un veto al crudo ruso en seis meses y un embargo a los productos refinados hacia finales de año.
La propuesta, que debe ser aprobada por los 27 estados miembro de la Unión Europea, incluye una excepción a Hungría -que se ha opuesto al embargo ruso- y Eslovaquia, ya que estos países son totalmente dependientes del petróleo de Rusia y no tienen salida al mar.
La CE anotó que en el caso de estos dos países tendrán más tiempo para buscar alternativas al suministro del combustible.
"En el último paquete de sanciones, comenzamos con el carbón. Ahora estamos proponiendo abordar nuestra dependencia del petróleo ruso. Por supuesto, no será fácil. Algunos Estados miembros son fuertemente dependientes del petróleo ruso", añadió Von der Leyen.
Desde que inició la invasión rusa, Europa ha tratado de reducir su dependencia al gas y al petróleo ruso y de este modo desfinanciar el aparato militar de Moscú.
Millonarias ventas
En 2021, Rusia ingresó por venta de carbón a la UE cerca de 5 mil 600 millones de dólares, 18 mil millones por ventas de gas y 75 mil millones por petróleo.
Y según el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA), la Unión Europea ha comprado más de 53 mil millones de dólares en productos energéticos a Rusia desde la invasión de Ucrania.
Por eso, a pesar del anuncio no se dieron a conocer detalles sobre la importación de gas natural desde Rusia.
Hasta ahora se sabe que no hay un consenso entre los 27 miembros de la UE sobre la reducción gradual del uso del gas natural ruso, un combustible que aún no ha sido objeto de sanciones de la UE.
Alemania, por ejemplo, es el principal comprador mundial de gas ruso y depende altamente del suministro, aunque en los últimos los años las cifras muestran que ha reducido su dependencia.
Von der Leyen también anunció otra serie de sanciones, especialmente contra los oficiales rusos que estuvieron involucrados en crímenes de guerra en Bucha y Mariupol.
"Sabemos quiénes son, no se saldrán con la suya", señaló la representante.
También se anunció que Sberbank, el banco más grande de Rusia, será desconectado del sistema de transferencia bancaria SWIFT.
Junto a estas sanciones, también se informó que las grandes emisoras estatales rusas serán aisladas de la UE por cable, satélite o internet para evitar "portavoces que amplifican las mentiras de Putin", de acuerdo a Von der Leyen.
La Comisión Europea anunció este miércoles un nuevo paquete de sanciones contra Rusia que incluye por primera vez un veto a las compras de petróleo ruso, aunque contempla que se aplique de manera progresiva y con ciertas excepciones.
"Proponemos una prohibición del petróleo ruso. Será una prohibición total de importación por mar y por oleoducto, crudo y refinado", dijo la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
De acuerdo a la agencia EFE, Von der Leyen señaló que la idea es que esta prohibición se implemente de una forma ordenada, pero sobre todo "asegurar rutas de suministro alternativas y minimizar el impacto en los mercados a nivel mundial.
E indicó que la idea es instalar un veto al crudo ruso en seis meses y un embargo a los productos refinados hacia finales de año.
La propuesta, que debe ser aprobada por los 27 estados miembro de la Unión Europea, incluye una excepción a Hungría -que se ha opuesto al embargo ruso- y Eslovaquia, ya que estos países son totalmente dependientes del petróleo de Rusia y no tienen salida al mar.
La CE anotó que en el caso de estos dos países tendrán más tiempo para buscar alternativas al suministro del combustible.
"En el último paquete de sanciones, comenzamos con el carbón. Ahora estamos proponiendo abordar nuestra dependencia del petróleo ruso. Por supuesto, no será fácil. Algunos Estados miembros son fuertemente dependientes del petróleo ruso", añadió Von der Leyen.
Desde que inició la invasión rusa, Europa ha tratado de reducir su dependencia al gas y al petróleo ruso y de este modo desfinanciar el aparato militar de Moscú.
Millonarias ventas
En 2021, Rusia ingresó por venta de carbón a la UE cerca de 5 mil 600 millones de dólares, 18 mil millones por ventas de gas y 75 mil millones por petróleo.
Y según el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA), la Unión Europea ha comprado más de 53 mil millones de dólares en productos energéticos a Rusia desde la invasión de Ucrania.
Por eso, a pesar del anuncio no se dieron a conocer detalles sobre la importación de gas natural desde Rusia.
Hasta ahora se sabe que no hay un consenso entre los 27 miembros de la UE sobre la reducción gradual del uso del gas natural ruso, un combustible que aún no ha sido objeto de sanciones de la UE.
Alemania, por ejemplo, es el principal comprador mundial de gas ruso y depende altamente del suministro, aunque en los últimos los años las cifras muestran que ha reducido su dependencia.
Von der Leyen también anunció otra serie de sanciones, especialmente contra los oficiales rusos que estuvieron involucrados en crímenes de guerra en Bucha y Mariupol.
"Sabemos quiénes son, no se saldrán con la suya", señaló la representante.
También se anunció que Sberbank, el banco más grande de Rusia, será desconectado del sistema de transferencia bancaria SWIFT.
Junto a estas sanciones, también se informó que las grandes emisoras estatales rusas serán aisladas de la UE por cable, satélite o internet para evitar "portavoces que amplifican las mentiras de Putin", de acuerdo a Von der Leyen.
La Unión Europea advirtió que no cederá al “chantaje” de Rusia, luego de que cortara el suministro de gas a Polonia y Bulgaria por no pagar en rublos y amenazara con hacer lo propio con otros países.
La nueva estrategia fue aplicada un día después de que Estados Unidos y otros aliados de Occidente prometieron enviar más armas y más poderosas a Ucrania, y a la larga podría obligar a las naciones sancionadas a racionar el gas, en otro golpe a las economías que sufren inflación. Al mismo tiempo, podría privar a Rusia de ingresos sumamente necesarios para financiar sus acciones bélicas.
Polonia ha sido una puerta importante para la entrega de armas a Ucrania y esta semana confirmó que estaba enviando tanques a territorio ucraniano. Horas antes de que el gigante energético ruso Gazprom tomara la medida, Polonia anunció una serie de sanciones contra la empresa y otros negocios y oligarcas rusos. Bulgaria cuenta con un nuevo gobierno liberal que ascendió al poder en otoño pasado, el cual cortó muchos de los antiguos lazos de Sofía con Moscú e igualmente apoyó medidas punitivas contra el Kremlin. También ha albergado aviones de combate de Occidente en un nuevo puesto de avanzada de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en la costa búlgara del Mar Negro.
Más de 50%
Aunque en lo inmediato las suspensiones de suministro no ponen en aprietos a ninguno de los dos países, la dependencia del gas ruso supera 50% en 14 países europeos y Rusia es uno de los principales proveedores de este combustible para más de una veintena. Según los datos de la Agencia Europea para la Cooperación de Reguladores de Energía (ACER), correspondientes en su mayor parte al cierre del ejercicio 2020, Bosnia-Herzegovina, Macedonia del Norte y Moldavia lideran la estadística con una dependencia de 100%. Por encima de 90% se sitúan tanto Finlandia como Georgia y Letonia, y con porcentajes superiores a 70% se ubican Estonia, Bulgaria y Eslovaquia. Por detrás se sitúan Croacia (68%), República Checa (66%), Austria (64%) y Grecia (51%); al grupo se suma Alemania, con 55%, según sus más recientes cifras.
Polonia ha estado trabajando durante muchos años para contar con otros proveedores y se aproxima el verano en el continente, lo que hace que el gas sea menos esencial para los hogares. Tanto este país, como Bulgaria, están recibiendo gas de sus vecinos de la Unión Europea.
“Nos aseguraremos de que la decisión de Gazprom tenga el menor impacto posible en los consumidores europeos”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
“El Kremlin falló una vez más en su intento de sembrar división entre los Estados miembros. El fin de la era de los combustibles fósiles rusos en Europa está cerca”, añadió.
En el mismo sentido, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, dijo que “nuestra dependencia del gas y del petróleo ruso ha ido, sin duda, demasiado lejos (...) Esta ultima decisión de Rusia no hará sino acelerar que Europa se reconvierta a energías verdes que no creen dependencias y no atenten contra el clima”.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo en marzo que su país sólo aceptaría el pago por su combustible en la moneda nacional, en respuesta a las sanciones por la ofensiva en Ucrania. Sin embargo, Von der Leyen advirtió ayer a los importadores de gas ruso en la UE que, a menos que un contrato estuviera redactado para ser pagado en rublos, ceder a las demandas del Kremlin y pagar en la divisa rusa sería contravenir las sanciones.
También explicó que “cerca de 97%” de los contratos de la UE estipulan explícitamente su pago en euros o dólares.
Uno de los países que ha aceptado la fórmula de Rusia de pagar en rublos es Hungría, según señaló el ministro de Exteriores, Péter Szijjártó.
Por contra, países como Eslovaquia, Austria y Alemania han asegurado que mantienen los pagos del gas ruso en euros.
En Estados Unidos, la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, dijo que la medida rusa es una prueba de que el mundo necesita dejar de importar petróleo y gas de Rusia, y recurrir a otras formas de energía.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este lunes su decisión de expulsar del país a la embajadora de la Unión Europea (UE), Isabel Brilhante Pedrosa, en las próximas 72 horas.
He decidido "darle 72 horas a la embajadora de la UE en Caracas para que abandone nuestro país", dijo el mandatario durante un acto de entrega de reconocimiento a periodistas venezolanos.
Maduro respondió así a las sanciones que impuso este lunes la UE a once funcionarios venezolanos por su papel en los que considera actos y decisiones contra la democracia y el Estado de derecho en el país caribeño.
Los Estados de la Unión Europea (UE) han terminado la lista de países considerados "seguros" a los que a partir de julio reabrirán sus fronteras, cerradas desde mediados de marzo por la pandemia del COVID-19.
En esa lista inicial no figura Estados Unidos, que se ha convertido en el epicentro de la pandemia y el país más afectado, ni tampoco Rusia.
Croacia, que ejerce hasta finales de mes la presidencia del Consejo de la UE, lanzó este lunes un procedimiento escrito y dio de plazo hasta este martes a las 12.00 hora local para que los Estados miembros puedan dar el visto bueno o rechazar el documento, indicaron a Efe fuentes europeas.
El texto incluirá también los criterios epidemiológicos a tener en cuenta para considerar a los países "seguros".
Para su aprobación necesitará una mayoría cualificada.
En el listado de los países "seguros", aunque todavía no oficialmente, figuran en principio Australia, Argelia, Canadá, China, Corea del Sur, Georgia, Japón, Marruecos, Montenegro, Nueva Zelanda, Serbia, Tailandia, Túnez, Ruanda y Uruguay.
Los embajadores de los Veintisiete intentaron ya el pasado viernes sin éxito llegar a un acuerdo, y la presidencia de la UE abrió un periodo de consultas entre las capitales hasta el sábado a las 18.00 horas.
Terminado el plazo, sin embargo, no se había alcanzado consenso, por lo que las consultas sobre el texto con los criterios y la lista de países continuaron el domingo.
En la primera tanda de países a cuyos nacionales se permitirá viajar a la UE no estará tampoco Brasil ni la mayoría de países de Latinoamérica, considerada por la Organización Mundial de la Salud epicentro mundial de la pandemia (acumula el 25 % de los casos a nivel global) y donde la curva de contagios sigue siendo ascendente.
En cuanto a los criterios para evaluar la situación de cada país, Bruselas dejó ya claro en sus recomendaciones que las restricciones de viaje debían ser levantadas en primer lugar a aquellos países que tengan una situación epidemiológica "comparable o mejor" que la media de la UE.
Entre los criterios "clave" se incluirán el número de casos nuevos por 100.000 habitantes, la tendencia de nuevas infecciones y la respuesta general del país a la pandemia a partir de aspectos como las pruebas, la vigilancia, el rastreo, el tratamiento o la información facilitada.
Estados miembros como España e Italia habían insistido en las últimas semanas en la necesidad de una coordinación europea a la hora de levantar las restricciones de viaje.
A principios de junio, en una carta dirigida a la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, pidieron que la eliminación de las restricciones de desplazamiento en las fronteras comunitarias se hiciera de forma coordinada y no discriminatoria entre todos los Estados miembros.
Abogaron asimismo por unos criterios epidemiológicos "comunes, claros y transparentes" y un proceso "gradual" y "coordinado" para la reapertura.
Por otro lado, la ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya, aseguró este lunes que no tiene conocimiento de que Estados Unidos haya presionado para que la Unión Europea abra sus fronteras ni de que ningún país europeo haya manifestado el interés o la necesidad de la apertura.
La jefa de la diplomacia española dijo que la lista inicial de Estados a los que se abrirán las fronteras de la UE el próximo miércoles es corta, de unos quince países, entre los que no está Estados Unidos.
En cualquier caso, precisó que la lista será revisada continuamente para ampliarla de forma gradual a otros países que vayan controlando la epidemia, pero también para dar marcha atrás si se aprecia un aumento de los contagios en un determinado Estado.