Hombre se declara culpable de traficar con mujeres en EU
Un hombre de origen mexicano identificado como Severiano Martínez Rojas, alias “Negro” o “Gato”, se declaró culpable ante una corte federal estadounidense de participar en una red de tráfico sexual que operaba en Atlanta, Georgia.
Martínez Rojas, originario de Tenancingo, Tlaxcala, es el cuarto mexicano acusado del tráfico sexual de tres mujeres que fueron introducidas ilegalmente a territorio estadounidense con destino a Atlanta.
“Los acusados se aprovecharon de la situación de vulnerabilidad de las tres mujeres jóvenes a quienes les infundieron miedo y les obligaron a prostituirse con extraños para obtener un lucro con ello”, relató el secretario Interino de Justicia Auxiliar de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Tom Wheeler.
Según la acusación del Departamento de Justicia de EU, Martínez Rojas y sus co-acusados, Arturo Rojas-Coyotl, también conocido como “Taco” o “Jonathan”, Odilón Martínez Rojas “Chino” o “Saúl” y Daniel García Tepal; realizaron falsas promesas de amor, trabajo legítimo y una vida mejor a sus tres víctimas para llevarlas ilegalmente a EU entre 2006 y 2008.
Una vez allí, las mujeres fueron conducidas a Atlanta, Georgia, donde mediante el uso de violencia, amenazas e intimidación, entre otros medios, fueron obligadas a prostituirse en los estados de Georgia y Alabama, con lo que los cuatro hombres lucraban.
Los acusados operaban el negocio de bajo costo que requería que las mujeres sostuvieran relaciones sexuales con hasta 20 hombres por noche.
Severiano Martínez Rojas fue acusado formalmente el 14 de mayo de 2013, pero se mantuvo prófugo hasta noviembre de 2015, cuando las autoridades mexicanas lo detuvieron y extraditaron a EU. Luego de declararse culpable deberá esperar a que la corte federal cite a audiencia para escuchar la sentencia que le corresponde.
Arturo Rojas-Coyotl y Odilón Martínez Rojas se declararon culpables de tráfico sexual y acogida ilegal de extranjeros en octubre de 2014 y fueron condenados en enero de 2015 a 16 y 21 años y 10 meses de prisión, respectivamente, así como al pago de 180 mil pesos por concepto de reparación del daño a las víctimas.
Daniel García se declaró culpable de encubrimiento de la red el 4 de abril de 2014 y recibió una sentencia de tiempo cumplido.