Libra sacerdote cárcel por estupro en SLP
El sacerdote Noé Trujillo, ex párroco del Templo Santo Niño de Atocha, del municipio de Soledad de Graciano Sánchez, fue condenado a 2 años seis meses de prisión por el delito de estupro que cometió en agravio de una menor de 15 años.
El cura Trujillo llevó el proceso penal en libertad desde 2014, en que se le imputaron los delitos de estupro y corrupción de menores (el segundo de éstos se dejó sin efecto), mediante el pago de una fianza y con la sanción que le fue impuesta no pisará la prisión.
El miércoles pasado el religioso fue notificado de la sentencia condenatoria, al igual que la madre de la víctima María Esther N., quien se inconformó con la resolución dictada por el Juzgado Tercero Penal por considerar que es “benévola”.
Dijo que han transcurrido tres años un mes y siete días, desde aquel 22 de febrero, cuando inició el proceso, que culmina con esa sentencia que no es proporcional con los daños causados. Dijo que de ser necesario llegará hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Destacó que el clérigo ha recurrido a diversos medios legales para evadir su responsabilidad, entre ellos siete amparos y tres apelaciones.
En la sentencia el juzgador le acordó el pago de 5 mil pesos para la suspensión condicional de la pena de prisión, por lo que no ingresará al Cereso, y de una multa por la cantidad de 3 mil188 pesos.
La Procuraduría General de Justicia del Estado informó que el Ministerio Público que lleva la causa penal impugnará la resolución del juez ante una instancia superior, en busca de que se le imponga la pena máxima, superior a los 6 años.
La madre de la víctima también pidió a la Iglesia Católica que realice un juicio eclesiástico en contra del sacerdote Trujillo, a quien se les acusó de seducir a la menor haciendo valer su calidad como sacerdote para tener relaciones sexuales.
El arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero no ha hecho pronunciamientos respecto de la resolución judicial, por lo que se desconoce si Noé Trujillo será reintegrado a su ministerio, del que la vocería del prelado había dicho se encuentra separado.