Sigue bajo la lupa de investigadores, sismo del 31 de marzo
Científicos de ambos lados de la frontera investigan el sismo del pasado 31 de marzo, que pese a su corta duración y baja magnitud, podría revelar información valiosa sobre la microsismicidad de la zona urbana de Tijuana, especialmente entre la zona ubicada entre La Presa Rodríguez y la Bahía de San Diego, reveló hoy Luis Humberto Mendoza Garcilazo, investigador del Centro de Investigación Científica y Estudios Superiores de Ensenada, CICESE.
Hasta antes de ese sismo y las réplicas subsecuentes, todas ellas en la zona de La Mesa de Tijuana, solo se habían identificado 28 sismos con epicentro en la zona urbana de la ciudad en un lapso de 30 años, explicó el científico.
De La Presa Rodríguez hasta la frontera, se han identificado fallas que corren sobre cañones como México Lindo, del Sainz y Camino Verde, en dirección hacia la zona rio, pero el conocimiento detallado todavía no está disponible y se espera que la reciente instalación de equipos de medición en la zona urbana de Tijuana, contribuya a profundizarlo.
La ciudad cuenta desde 2014 con una red de siete equipos, sin embargo en la actualidad necesita otra cantidad similar que no se han podido comprar por falta de recursos.
Las fallas de los cañones citados serian una especie de continuación del sistema de fallas geológicas provenientes de Valle de las Palmas, que llegan hasta la cortina de la Presa Abelardo L. Rodríguez, donde se descubrió una falla importante antes de la construcción de la misma.
Precisamente por esto se ha insistido durante años a la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana que debe vigilar y reforzar infraestructura tan importante como el acueducto de El Florido hasta el tanque de El Agua de la Tuna, que atraviesa los cañones antes mencionados.
En ese mismo contexto, sugirió a los vecinos de los epicentros sísmicos registrados en las últimas semanas, revisar las instalaciones cercanas, particularmente las tuberías, y especialmente las de gas.
La información surgida de la red de monitoreo ubicada en la ciudad podría arrojar información importante para lograr una mayor precisión respecto a las zonas de epicentro, el tipo de movimiento e intensidad de los mismos (horizontal o vertical), y la dirección de los mismos. El intercambio con especialistas de California permitirá obtener información valiosa.