Haitianos no fueron expulsados de albergues pero si les dieron plazo
La oportunidad que otorga el gobierno mexicano a los migrantes haitianos para regularizar su estancia en México no será eterna, advirtió el delegado del Instituto Nacional de Migración (INM), Rodulfo Figueroa. Tampoco el asilo en los albergues, luego de que este viernes venció el plazo que algunos pusieron a los refugiados para desalojarlos.
Si no regularizan su situación migratoria cuando termine el año deberán irse de México; es decir, no habrá ninguna diferencia entre un centroamericano o un haitiano irregular en México. Deberán regresar a sus países de origen y el gobierno federal está dispuesto a ayudarlos a irse, no necesariamente tenemos que deportarlos, explicó Rodolfo Figueroa.
Datos del Instituto Nacional de Migración (INM) refieren que 3 mil 200 haitianos decidieron quedarse a vivir en Baja California; de ellos mil 200 regularizaron su estancia mediante el esquema de ‘visitantes por razones humanitarias’ o como refugiados, otros 800 se encuentran en trámite y el resto, otros mil 200 que por diversas razones no ha podido obtener la tarjeta que las autoridades de Migración están dando para trabajar o mostrar que su regularización está en trámite, son los que están en peligro de ser repatriados
A ellos, el INM amenaza con deportarlos y los albergues los presionan para que busquen a dónde ir porque la ayuda gubernamental se terminó y también cesaron las donaciones de la población.
El pasado 19 de mayo fue la fecha límite que el albergue de la iglesia Emmanuel puso a los casi 40 haitianos que aún estaban en sus instalaciones de la calle Olivos –en la zona de Otay– para que abandonaran sus instalaciones.
Lo que generó este viernes denuncias en las redes sociales de que los iban a desalojar. No fue así.
Si bien los encargados han dicho que no van a desalojar a nadie, quien quiera permanecer deberá afrontar los gastos de luz, agua, gas y cualquier costo que genere.
Verónica Alvidrios, esposa del pastor de esta iglesia, comentó que en los meses recientes los recibos de luz rebasaron 17 mil pesos y los de agua 15 mil, colocando a la iglesia en una situación muy complicada porque sus feligreses ya no quieren asumir esos gastos. Por ello, el pastor León Franco Curiel pidió a los haitianos que quedan en el albergue, que salgan y busquen casa