México, de los peores países en protección al gremio, dice SIP
Los asesinatos de periodistas que ocurren en México son con “total impunidad” y es prioritario que las autoridades garanticen de forma urgente la libertad de prensa y de expresión, indicó el presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Matthew Sanders.
Durante la mesa de análisis Agresiones a Periodistas, realizada por EL UNIVERSAL, Sanders expresó su preocupación sobre la situación de riesgo en México.
“Para la SIP es inaceptable y cruel que sigan ocurriendo estos asesinatos con total impunidad. Hemos hablado mucho sobre la necesidad de crear instituciones y herramientas para proteger a los periodistas y para luchar contra la impunidad. Este es un problema muy difícil en México, que los periodistas sufran amenazas y no se sientan protegidos ni puedan reclamar”, indicó.
“México es uno de los peores países del mundo en materia de protección a periodistas, es un problema muy grave”. Afirmó que los comunicadores deben solidarizarse para ayudar al público a entender la situación que vive el gremio.
Con Sanders coincidió el director del International Center for Journalists (ICFJ), Jorge Luis Sierra, al considerar que el asesinato de periodistas representa un “daño enorme a la democracia” que no se ha podido reparar ni repudiar a profundidad, y que la afectación a futuro es incalculable.
“En el extranjero ha habido una preocupación muy grande porque cada vez es más importante un asesinato de un periodista en México, como no había ocurrido en muchos años; ahora las noticias de asesinatos están presentes en las notas de violencia en México, en los noticiarios internacionales”, comentó.
“Muchos grupos en Washington han incorporado a México en su agenda, como el National Press Club, que agrupa a los principales medios que cubren política en Estados Unidos”.
Héctor de Mauleón, columnista de EL UNIVERSAL, destacó la necesidad de establecer un protocolo de seguridad para quienes cubren las zonas de riesgo en el país, ante el abandono generalizado que padece el gremio y el desinterés de la sociedad sobre lo que ocurre con la prensa: “Ellos tendrían que saber qué hacer, a quién recurrir; tendría que haber una respuesta inmediata en cuanto vieran alguna anormalidad, en cuanto se sintieran amenazados de alguna manera”.