Polvorín en Puebla mata a 14; 11 niños, entre las víctimas
Un cohete mal lanzado causó el estallido de una casa en Puebla, donde se almacenaba pirotecnia, dejando un saldo de 14 muertos —entre ellos 11 niños— y 22 heridos.
La tragedia ocurrió el lunes por la noche en el poblado de San Isidro, que tiene mil habitantes y carece de un panteón, por lo que el gobierno federal donó un terreno para que los cuerpos sean sepultados.
Esta tragedia se suma a la ocurrida en diciembre pasado, cuando murieron 42 personas en la explosión del mercado de Tultepec, en el Estado de México.
Sobre la explosión, un niño de 10 años aseguró que él fue testigo de los hechos, que no estaba cerca de la vivienda; que el cohetero, un joven de 28 años, había bebido, que no paraba bien los cohetes y que lanzó mal el último, el cual cayó dentro de la casa.
Lanzan cohete a un cuarto que almacenaba el material pirotécnico.
Catorce personas murieron —11 de ellas menores de entre 4 y 15 años— y 22 resultaron heridas durante la explosión de material pirotécnico en una casa de San Isidro, Chilchotla, en la Sierra Madre Occidental, mientras decenas de personas preparaban la fiesta patronal del 15 de mayo.
De acuerdo con vecinos de este pueblo de sólo mil habitantes, alrededor de las 21:30 horas del pasado lunes un cohete fue lanzado al cuarto que almacenaba los objetos con pólvora y provocó la explosión que dejó en escombros una vivienda de dos pisos.
El presidente municipal, Valentín Medel, confirmó que un grupo de personas convivía en la casa antes de la explosión y refirió que los servidores públicos del ayuntamiento y la sociedad trabajaron en conjunto para tratar de rescatar a la gente que estaba atrapada entre bloques de cemento.
Ernestina Luna, quien perdió a cinco de sus nietos en este siniestro, abundó que la noche transcurría en calma y que estaban contentos, sobre todo porque había mariachis; sin embargo, la tragedia se dio cuando un cohete fue lanzado hacia la casa, entró por una ventana sin cristales, cayó en el material pirotécnico y provocó el estallido, que se escuchó en las comunidades cercanas.
El gobernador de Puebla, José Antonio Gali, llegó a esta comunidad y prometió investigaciones para dar con los responsables de la tragedia.