Aplauden en vuelo a Silvino, corredor rarámuri que quedó en 7mo lugar

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"Es para nosotros un honor comentarles que tenemos a un pasajero distinguido que representó a México en un maratón", dijo la sobrecargo del vuelo 292 de Aeroméxico.

Y de esta forma recibieron a Silvino Cubésare,  rarámuri originario de Huisuchi, Chihuahua, que el pasado 25 de mayo compitió en la Ultimate Race Marsella 2017, en Francia, donde después de correr por casi nueve horas, obtuvo el séptimo lugar en la carrera de los 64 kilómetros.

“Me enorgullece que nos acompañe un mexicano ejemplar, que corre esas distancias sin tenis, sólo con el atuendo de su raza y sus sandalias, por lo que les pido un fuerte aplauso para él", finalizó la mujer. 

El exigente ultramaratón que se realiza en el sur de Francia contó con la participación de cuatro corredores rarámuris como invitados distinguidos, además de Silvino, participaron Arnulfo Químare, Ignacio Estrada y Miguel Lara Viñega.

Desde que Silvino empezó a correr en competencias, hace casi 20 años, se las arregla para combinar su vida como agricultor y como atleta profesional. Una le da de comer y con la otra puede pagarles la educación a sus seis hijos.

Los premios que ha recibido también le han dejado compensaciones económicas que van de los 25 mil a los 40 mil pesos.

Silvino comenzó a correr desde que era un niño pero fue hasta los 16 años que decidió que esta sería su profesión. "Nunca pensé que viajaría a otros países y menos que me subiría a un avión".

Ha participado en ultramaratones de España, Francia, Austria, Brasil, Japón, Costa Rica y Chile. "No puedo dejar de moverme, aparte de que no me gusta estar en un sólo lugar, tengo que trabajar, tengo que sembrar y participar en las carreras, de ahí sale para mantener la casa", cuenta. 




Indígena que aprendió a usar tenis para competir va 'por la gloria'

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A los 26 años, Silvino Cubesare Quimare, corredor rarámuri, tuvo que cambiar los huaraches que utilizó toda la vida para desplazarse por la Sierra Tarahumara por unos tenis, mismos que utilizó para iniciar su aventura deportiva lejos de nuestro país en una competencia en Austria. El ultracorredor de montaña mexicano, quien ahora tiene 39 años, fue invitado al primer Sky Running Series México, circuito puntuable mundial de carreras de ultradistancia en cordilleras, que iniciará el próximo 26 de marzo en Malinalco, Estado de México. Explicó que no le fue difícil adaptarse a los tenis, ya que antes de competir en Austria unos “americanos” le regalaron un calzado de se tipo. El tenis me ayuda mucho para cuando la tierra está mojada o llueve, porque con el agua el pie se resbala en el huarache, que se mueve para todos lados y uno batalla mucho”. Cubesare Quimare lució su peculiar atuendo atlético: una camisola amplia de mangas largas de color verde limón, un trapo de manta envuelto en la cintura y sus huaraches de correa, en la presentación del Sky Running Series México. El indígena inició su carrera deportiva a los 18 años, cuando participó en una “competencia de bola de 24 horas”, de la que salió vencedor y obtuvo un premio económico. Me dieron dinero como para vivir unas tres semanas, y entonces descubrí de dónde iba a vivir y me dediqué a las carreras de montaña”, relató. Me sentí muy contento, nunca había ganado así y aunque era poco, me alcanzó para no trabajar unos cuatro meses y ayudar a mis hijos en la escuela”, agregó. Cubesare Quimare participó dos veces en el Maratón de la Ciudad de México pero no le agradó porque el pavimento le resulta difícil, siente más duro el golpeteo de sus pies con el asfalto y por ello prefiere correr entre veredas, barrancas y riscos. Ahí soy feliz. Cuando era joven hasta me reía y ganaba. Ahora tengo 39 años, no sé cuánto mido, pero sí sé que peso 56 kilogramos”, compartió. Este triunfador rarámuri es uno de los personajes del libro “Nacidos para correr”, del autor Christopher McDougall, y aunque es la estrella de esta historia, él no siente nada especial. Me siento normal. No recibo regalías. No me toca nada por mi historia en ese libro, ni las gracias. Quién lo hizo sólo lo vi esas veces que platicó un poco conmigo, estuvo unos días y ya no lo volví a ver. Hizo el negocio y ya”, expresó. A lo largo de su carrera, el atleta rarámuri también participó en competencias en Costa Rica, Brasil, Austria, España y Japón.