El médico mexicano que rehidrata a los muertos para identificarlos
En los 1990, Ciudad Juárez se hizo conocida por el enorme número de jóvenes mujeres que desparecían, y entre 2008 y 2011 la ciudad ocupó el turbio título de capital mundial de los asesinatos.
"Nunca las encontraron vivas. Encontraban sólo huesos. Así era como las entregaban a sus familias", cuenta Apodaca sobre las muchas mujeres que desaparecieron.
"Nunca tenías la certeza de que se trataba de tu propia hija".
Identificando a las muertas
Es a estas personas, a los padres de las desaparecidas, como Rosa María Apodaca, a quien el doctor Alejandro Hernández Cárdenas está tratando de ayudar.
Trabaja como médico forense en la oficina de la fiscalía y ha desarrollado una técnica especial para rehidratar cadáveres para ayudar a su identificación.
La técnica es tan innovadora que el año pasado el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial le otorgó una patente para su fórmula secreta.
Durante más de un siglo, los expertos forenses han utilizado inyecciones de glicerina para reconstituir los dedos del cadáver para poder obtener huellas dactilares.
Pero esa técnica no funciona con todo el cuerpo.
Los análisis de ADN pueden ayudar. Pero para poder identificar un cadáver, se necesita tomar muestras de dos familiares directos del desaparecido para poder hacer una comparación.
Con la técnica de rehidratación, el cadáver puede volver a su condición original para que las familias puedan identificarlo.
"Creo que hago este trabajo porque me sentí afectado por la idea de que estos cadáveres vayan a la fosa común o de que sus familias no sean capaces de llorar su muerte apropiadamente", dice Hernández.