Velan restos de madre que asesinó a sus hijos
Entre lágrimas, canciones y aplausos fueron despedidos Mireya y Enrique, quienes murieron intoxicados junto a tres pequeños el pasado miércoles en la recámara de su casa en la colonia San Jerónimo Lídice, en la delegación Magdalena Contreras.
Los dos cuerpos fueron velados en una funeraria localizada en la delegación Álvaro Obregón, decenas de familiares y amigos acudieron para darles el último adiós, se escuchaban alabanzas que eran interpretadas por algunos de los asistentes y los acompañaba la música de un piano, no se mencionaba sobre la polémica muerte de las cinco personas, pero algunos susurraban que los cuerpo de los pequeños fueron reclamados por el padre y ex esposo de Mireya.
El 7 de junio pasado Mireya decidió suministrar un medicamento a sus tres hijos, a sus padres y posteriormente lo bebió ella también. Sólo su madre sobrevivió, los cuerpo de los cinco yacían en la habitación.
Dos féretros de color azul eran rodeados por amigos y conocidos de padre e hija, algunos se acercaban a ver los cuerpos y sollozaban por unos minutos, la familia lamentaban que la madre de Mireya no podía estar presente, pero aún está en el hospital.
A 6.1 kilómetros de distancia los cuerpos de los tres niños fueron velados por su padre en una funeraria de la delegación Benito Juárez, crisantemos blancos enmarcaban las fotografías de los pequeños.
Acusan omisión de autoridades. Jesús Mora Larrazábal, abogado de Mireya, acusó a las autoridades de no atender el caso de supuesto abuso sexual del padre de los menores, que denunció su cliente en vida.
Detalló que ella buscó el apoyo de las autoridades familiares, ante la Procuraduría General de Justicia local y de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, pero no recibió ayuda de ninguna de las dos instituciones.
El abogado acusó que la decisión de asesinar a toda su familia y suicidarse fue consecuencia del acoso que recibió por varios años de su ex esposo luego de que el ganara la custodia de sus tres hijos.
"Ella lo hizo [el homicidio y el suicidio] para salvar a los niños, había una sentencia del 25 de febrero de 2016 y la condenaba a entregarlos, aunque habíamos metido un amparo, ella no aguantó la presión porque ella ya tenía dos sentencias", explicó el abogado que desde hace 5 meses ya no llevaba el caso de acoso sexual y la denuncia de hechos que Mireya realizó ante la PGJ local.