Agresor de sacerdote en Catedral dice que no está loco
A tres meses de que Juan René atacara con puñal en mano al párroco de la Catedral Metropolitana Miguel Ángel Machorro, el imputado recluido en el Centro Varonil de Readaptación Psicosocial (Cevarepsi) —debido a que las autoridades determinaron que padece un trastorno mental— asegura que "no está loco", por lo que exige que sea juzgado como a una persona "normal".
Incluso, mantiene el discurso sobre la agresión al clérigo; señala que estaba plenamente consiente cuando planeó y ejecutó el ataque, y no se dice arrepentido, al relevar que todo tiene un porqué y que pronto se darán a conocer.
Por tal motivo, exige a las autoridades que lo traten como delincuente y no como inimputable, como es juzgado hasta ahora, al ser diagnosticado con trastorno psicótico después de la agresión.
Conforme a este proceso, recibirá una sentencia menor; sin embargo, la vicepresidenta de la Comisión Especial de Reclusorio de la Asamblea Legislativa, Rebeca Peralta, cuestionó su situación.
"Hace unos días platiqué con él, hice un recorrido en el Cevarepsi. Lo que expresa es que no tiene por qué estar ahí, quiere estar en un reclusorio, acepta su responsabilidad y quiere asumirla, se expresa con toda fluidez y está muy lúcido", sostuvo Rebeca Peralta.
Durante la plática, abundó, el acusado insistió que la agresión fue una decisión que él tomó y que estaba consciente al hacerlo. Dijo tener tres licenciaturas y pidió instrumentos de dibujo de arquitectura, pues desea continuar con sus actividades.
"¿Que si dudo de su inimputabilidad? En primera, no soy médico o psicólogo o psiquiatra. Lo que puedo decir es que presenta todas las características de una persona normal, está totalmente en contra que se le considere inimputable. Me pueden decir que una persona normal no agrede de esa forma. Yo podría decir que si todas las personas que cometen agresiones u homicidios son considerados como enfermos mentales, estaríamos hablando de un sin fin de personas enfermas".
Resaltó que es urgente que se revisen los protocolos que tienen las autoridades judiciales para determinar la imputabilidad de un acusado, pues los abogados podrían argumentar enfermedades mentales de sus clientes para obtener sentencias menores.
Añadió que el comportamiento de Juan René es pasivo, no causa problemas y respeta las reglas; pasa la mayor parte del tiempo en su dormitorio y en ocasiones sale a caminar, esto sin tener un comportamiento agresivo.