Luis López Villa, de 73 años de edad, sacerdote de la parroquia de San Isidro Labrador, de la colonia Ejidal el Pino, en el municipio de Los Reyes La Paz, Estado de México, fue degollado por delincuentes que se metieron a ese lugar aparentemente para robar, según fuentes de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana.

Por el crimen, la fiscalía estatal inicio la carpeta ECA/FHM/FHM/034/140422/17/07 para investigar el hecho, en donde se usó "violencia, ya que el sacerdote fue sometido, atado con cinta adhesiva el cuerpo y las manos".

Además, al párroco le cubrieron la boca con la cinta y luego lo degollaron con una arma punzocortante.

A la Iglesia San Isidro Labrador llegó la patrulla municipal 22782 de la policía de los Reyes la Paz para atender el hecho. Los uniformados encontraron el cuerpo del cura en su recámara.

El religioso presentaba dos lesiones, una en el cuello y otra en el pecho del lado Izquierdo, producidas por un arma punzocortante.

Según vecinos, el crimen ocurrió antes de las 20:00 de ayer miércoles, pues a esa hora se dieron cuenta que la puerta de la parroquia estaba abierta y con las luces encendidas.

Hasta las 12:00 horas de este jueves se desconoce cuántos sujetos participaron en el crimen del sacerdote.

El Arzobispo de la Arquidiócesis de Tijuana, Francisco Moreno Barrón indicó que seguramente en unos días más se tome la decisión de que las misas se realicen de manera virtual ante Coronavirus (COVID-19). 

Indicó que en las iglesias se están tomando las medidas preventivas necesarias, como lo son: personas que están enfermas de vías respiratorias se abstengan en participar a la Santa Misa, el saludo de Paz sea con una inclinación de cabeza sin darse la mano y recibir la comunión en la mano.

"lo más importante es evitar que se extienda esta grave pandemia que estamos enfrentando, creo que habrá menos gente en la Santa Misa pero tienen toda la libertad de hacerlo por prevención" señaló Moreno Barrón.

La diócesis de Villarrica informó este viernes que el papa Francisco confirmó la retirada del estado clerical al sacerdote chileno Belisario Valdebenito tras hallarlo culpable de al menos tres casos de abusos sexuales a menores.

El ya ex párroco había recibido en diciembre de 2017 una denuncia en su contra por actos de pedofilia y un mes después el obispo encargado de la diócesis sureña, Francisco Javier Stegmeier, puso en marcha una investigación interna para determinar la verosimilitud de las acusaciones.

Desde la institución clerical se informó en mayo de 2019 a la Congregación para la Doctrina de la Santa Fe que la finalización de la investigación en contra de Valdebenito concluyó "con la certeza moral" de que era culpable de la comisión del delito de abusos sexuales a menores.

La dimisión del clérigo fue directamente puesta en manos del pontífice, quien en diciembre del año pasado aceptó la dispensa de las obligaciones clericales del cura.

La Fiscalía Nacional de Chile informó el pasado diciembre que la última actualización del catastro de investigaciones cifra en 223 las personas vinculadas con el clero que están bajo investigación, con un total de 159 causas abiertas.

Las indagaciones implican a 271 víctimas afectadas, de las cuales 120 eran menores en el momento que ocurrieron los hechos.

La Iglesia católica chilena atraviesa en los últimos tiempos por una crisis causada por los abusos sexuales cometidos por numerosos miembros de la misma, lo que ha provocado la renuncia de obispos y otros dignatarios, la expulsión de otros y decenas de juicios que involucran a religiosos.

El último caso, que se ventiló a inicios de agosto, involucró a Renato Poblete, un emblemático jesuita fallecido en 2010, que según una investigación ordenada por la propia Compañía de Jesús, violó o abusó de más de una veintena de mujeres, varias de ellas menores, durante casi 50 años, entre 1960 y 2008.

En la primera misa dominical de este año, el monseñor Carlos Samaniego, obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, alertó que "México es un desastre", pues no hay quien marque el rumbo de las instituciones y se realizan propuestas de "fundamentalismos son pretexto de democracia".

Durante el sermón de la eucaristía, celebrada en la Basílica de Guadalupe, Samaniego habló sobre la festividad de Los Reyes Magos de oriente, quienes siguieron la estrella de Belén para llegar a donde nació el niño Jesús y adorarlo; en el marco de la celebración de ese acontecimiento en la fe católica.

En ese sentido, explicó que "México es un desastre, que se refiere a la falta de astro. Desastre es no tener una guía, una ilusión, un sueño. Una estrella guía al marinero para tener buen puerto, y hay veces que no tenemos en las familias, en las instituciones, esa estrella que guíe nuestros pasos".

El obispo auxiliar criticó las iniciativas que, desde el Congreso de la Unión, se han impulsado para despenalizar el aborto, en búsqueda de garantizar el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, argumentando -dijo- "sus propias verdades", y que, "como el rey Herodes, buscan matar al niño".

"Hay instituciones que andan buscando matar a los niños con el tema del aborto, hay familias que quieren matar al niño. En los abortorios llevan, los papás o aquel que es el novio, a las hijas, las acompañan; porque tampoco pueden ir solas. Una sociedad, un país, una nación que mata a sus niños, no tiene futuro", expresó el obispo.

Se volvió viral la acción que tomó un sacerdote al oficiar un bautismo en San Petersburgo, Rusia, en las imágenes se observa al cura tomando al bebé y sumergiéndolo en agua violentamente, atentando en contra de su salud.

La ceremonia de bautizo fue celebrada el pasado 10 de agosto en Gátchina, una ciudad ubicada a unos 45 kilómetros de San Petersburgo, en Rusia, a cambio de 3.500 rublos, algo menos de unos 55 dólares, según relató la madre del bebé, Anastasía Alexéyeva, al medio local Fontanka.

La mujer aseguró que su bebé resultó herido y sufrió daño psicológico después del maltrato que recibió por parte del clérigo durante la ceremonia del sagrado sacramento.

El sacerdote que ofició el bautizo, llamado Vasili Necheporenko, conocido como Focio, declaró que "no hizo nada peligroso ni extraordinario durante la ceremonia, y culpó a la mujer de acusarlo sin razón porque "tal vez esté aburrida o tiene mucho tiempo libre". Además, hizo hincapié en su "experiencia" al destacar que es diácono de la iglesia ortodoxa desde hace 26 años.

Se observa como una mujer que viste pantalón de mezclilla y playera blanca, se acerca al sacerdote y de un empujón lo lanza fuera del escenario, ante la sorpresa y la angustia de los presentes.

Pese a lo aparatoso de la caída, el sacerdote Marcelo Rossi no resultó herido en los hechos que presenciaron alrededor de 50 mil fieles que se dieron cita a la celebración religiosa que tuvo lugar en el municipio Cachoeira Paulista.