Uber busca dar empleo a 500 mil socios para 2018
Uber, durante cuatro años de operación, ha generado beneficios a los usuarios de la aplicación al igual que a los socios conductores que brindan el servicio de transporte en 35 ciudades del país.
El director general de Uber México y el Caribe, Federico Ranero, comenta que desde el 2013, cuando comenzaron a operar en la Ciudad de México (primera ciudad Latinoamericana en la cual funcionó la aplicación), se percataron de que no solo estaban cambiando positivamente la movilidad, sino que generaban las condiciones para que miles de mexicanos pudieran tener un autoempleo flexible.
Por lo que la empresa estadounidense ha decidido invertir más de 6 mil 800 millones de pesos entre 2017 y 2018 en promociones para socios conductores y usuarios, soporte continuo respecto al uso de la aplicación, contratación de empleados directos, expansión de sus oficinas y centros de atención a socios a lo largo del país, entre otros. Con esto se comprometen a sumar 270 mil socios para que a finales del próximo año logren alcanzar los 500 mil socios en ambos servicios (Uber y UberEats).
Carlos Olivos, director de comunicación de Uber en México, expresa que desean crecer con la calidad correcta y asegurando las ganancias de los socios. Explica que los 6 mil 800 millones que se van invertir serán destinados a cuatro áreas: incentivo a socio conductores; capacitación e implemento de nuevas medidas de seguridad dentro de la plataforma; campañas de marketing porque requieren asegurar que haya suficiente demanda del servicio; y la expansión a 10 ciudades más.
Federico Ranero, comenta que la empresa de tecnología confía en el potencial de México, por lo que se comprometen en su desarrollo económico al trabajar en ofrecer más oportunidades de autoempleo y emprendimiento para los mexicanos. Ranero considera que el ser socio conductor permite generar una ganancia extra.
Es por eso que trabajarán en conjunto con el sector público y privado. Entre sus aliados se encuentran instituciones estatales que apoyan el desarrollo de regulaciones de movilidad inclusivas como el caso del Estado de México y Puebla; financieras, concesionarias y fábricas automotrices para que faciliten la compra de un automóvil a los nuevos socios conductores; y organizaciones civiles que trabajen en buscar oportunidades de autoempleo para personas con opciones limitadas.