"No puedo creer lo que vivió mi hijo Anthony"
La vida para Anthony y su padre Pascual Castro dio un giro de 180 grados en sólo una semana. El papá intentaba ganarse unos dólares en Estados Unidos mientras esperaba a que las autoridades norteamericanas le dieran la residencia; el niño, por su parte, era torturado, encadenado y recluido en un apando de una casa de la delegación Gustavo A. Madero por órdenes de su tía.
Según las declaraciones del niño, de apenas cinco años de edad, la tortura que vivió los últimos tres meses de su vida fue porque se "portaba mal" y le hacía "travesuras" a sus primos, los hijos de su tía, la mujer a quien Pascual Castro le encargó el futuro y la vida de su hijo, a cambio la familia recibía 200 dólares por semana para que a Antony no le faltara nada.
Se entera de la tragedia. En San Diego, Pascual se enteró de las condiciones en las que vivía su hijo a través de EL UNIVERSAL. A su cuenta de Facebook sus amigos le pasaron la liga de la noticia, las fotos fueron desgarradoras y fuertes para él y no daba crédito pues, asegura, dos días antes de que se diera a conocer el rescate habló por teléfono con su hijo y con su hermana… nadie en ese momento le dijo nada.
Ese día, recuerda Pascual, después de colgar el teléfono salió al patio de la casa en la que vivía en San Diego. Lloró y pidió a la Virgen de Guadalupe que de alguna manera le dijera si su hijo estaba bien donde lo había dejado, le pidió que lo iluminara y le hiciera saber si el abandonarlo para buscar el sueño americano fue la mejor decisión que había tomado.
El milagro no se hizo esperar, pues sólo unas horas después del rezo se dio cuenta de la tragedia que vivía su hijo donde lo había dejado, "me sentí impotente, con mucha rabia, en mi cabeza no podía pensar en toda esa maldad, en como mi hermana le podía hacer eso a un niño, a mi propio hijo y, lo peor, tenía dos días que hable con ellos, ella me juró que el niño estaba bien, ahora pienso que hasta lo amenazaba cuando me lo ponía al teléfono", expresó.
"A pesar de todo esto que pasó, yo lo veo como un milagro. La última vez que hablé con Anthony me quebré y le pedí a la virgencita que me mandara una señal y que me dijera si lo que había hecho fue lo correcto, luego me mandaron la noticia que ustedes publicaron y pues todo cambió. Ahora estoy aquí para decirle que de verdad voy a ser su padre y nunca más lo voy a abandonar", comenta en entrevista con EL UNIVERSAL Pascual Castro.