Tras 28 años de cárcel sentencian a Félix Gallardo
A 28 años de haber sido detenido, el ex líder del "Cártel de Guadalajara", Miguel Ángel Félix Gallardo, recibió una sentencia en primera instancia de 37 años de prisión por el asesinato del agente encubierto de la DEA Enrique "Kiki" Camarena Salazar y del piloto mexicano Alfredo Zavala, en febrero de 1989.
El juicio por la muerte de Camarena Salazar es considerado el de mayor peso contra los fundadores del primer grupo criminal denominado cártel en México: Félix Gallardo, Caro Quintero y "Don Neto".
"El Jefe de Jefes" o "El Padrino" fue finalmente hallado culpable del delito de homicidio calificado, con premeditación y ventaja, por lo que el juez Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales de Jalisco le fijó como reparación del daño 20 millones 810 mil pesos, que deberán ser entregados a los familiares de las víctimas.
El juzgador lo absolvió del delito contra la salud en su modalidad de posesión de cocaína con fines de comercialización, tipificado y castigado en el Código Penal Federal.
El considerado jefe máximo del narcotráfico en el país en el siglo XX está recluido en el Centro Federal Psicosocial (Ceferepsi), en Morelos.
Su defensa tiene la opción de apelar o de interponer un amparo contra la sentencia dada a conocer este miércoles por el Consejo de la Judicatura Federal, lo que podría llevarle al afamado capo más años de proceso.
El crimen. El 7 de febrero de 1985, "Kiki" Camarena y el piloto de la entonces Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, Alfredo Zavala, fueron levantados en la zona céntrica de Guadalajara por un grupo de sicarios al servicio de la organización delictiva de Félix Gallardo.
Sus cuerpos fueron hallados en la comunidad La Angostura, del municipio michoacano de Vista Hermosa, colindante con el estado de Jalisco.
Desde entonces autoridades de México y Estados Unidos iniciaron una ofensiva policiaca contra el capo, a quien cuatro años después —el 8 de abril de 1989— lograron detener en Guadalajara, su centro de operaciones desde donde dirigió la poderosa organización de tráfico de drogas de los años 70 y 80, que tejió alianzas en Centro y Sudamérica.
Problemas de salud. El narcotraficante permaneció recluido más de 20 años en el penal de El Altiplano, en el Estado de México; luego, el 31 de enero de 2015, fue trasladado al Centro de Readaptación Social de Puente Grande, Jalisco, tras obtener un amparo tras alegar malas condiciones de salud.