Juez ordena cortar cuerdas vocales a perros en Oregón, EU
El pasado 30 de agosto, en la ciudad de Oregón Estados Unidos, un juez de la corte de circuito del condado de Jackson ordenó a una pareja mandar al veterinario y silenciar a sus perros quirúrgicamente.
Todo comenzó en el año 2002, cuándo Karen Szewc y John Updegraff criaron a dos Mastines tibetanos, unos perros grandes y esponjosos para cuidar a sus ovejas de los depredadores en su casa en Rogue River, aproximadamente a 150 kilómetros al sur de Eugene. Sus vecinos se han quejado varias veces de que los perros ladran mucho cuando la pareja no está en casa.
Pero esta no es la primera vez que Szwec, la dueña de los perros, enfrenta una situación así, ya que en 2004 fue citada por la corte por violar una disposición del código del condado ante las molestias públicas "permitiendo que dos de sus perros ladraran con frecuencia y de manera extensa", según documentos judiciales. La mujer argumentó que, esas disposiciones no debían aplicarse a ella puesto que también tenían pollos y cabras, situación que el juez no aprobó, pues aseguró que "la casa no es una granja".
The Washington Post publicó que el tribunal conformado por tres jueces dictaminaron que la pareja tiene que llevar al veterinario a sus perros y cortarles las cuerdas vocales, ya que los dueños no están criando una granja.
El procedimiento está parcialmente prohibido en seis estados, según la Fundación Americana de Medicina Veterinaria (AVMF) y muchas organizaciones de bienestar animal se opusieron a ella, al igual que algunos veterinarios.
"No es un procedimiento médicamente necesario", dijo al New York Times en 2010 Jeffrey S. Klausner, director médico del Banfield Pet Hospital. "Creemos que no es humano hacerlos pasar por la cirugía y el dolor que implica. Simplemente no creemos que debe realizarse", señaló.