Caso Roberto González, 19 meses inmóvil ante la impunidad

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

Eran las 8:20 horas del 20 de enero de 2017 cuando un perro corrió hacia la casa de Roberto González, en el fraccionamiento La Joya, en Playa del Carmen, municipio de Solidaridad.

El cachorro, propiedad de su vecina, María Fernanda, entró al domicilio y Roberto, un joven deportista y administrador de condominios en la Riviera Maya, lo sacó y reclamó a la mujer, quien se llevó a la mascota.

Minutos después, la pareja de María Fernanda, Rodrigo, llegó al fraccionamiento, estacionó su vehículo, se dirigió a casa de Roberto, tocó y al abrir éste la puerta se le fue encima a golpes hasta derrumbarlo y continuar golpeándole en el piso.

El reporte del médico legista FGR/ DP/ SOL/ 01/ 398/ 2017, emitido por la Dirección de Servicios Periciales de la Fiscalía General el 21 de enero de ese año, concluyó que las lesiones provocadas a Roberto no ponían en peligro su vida y sanarían posteriormente.

Sin embargo, a Roberto tuvieron que internarlo de emergencia y trasladarlo al Instituto Nacional de Rehabilitación, en la Ciudad de México, para salvarle la vida.

Después de una intervención y de permanecer en terapia intensiva, al joven le colocaron placas en las cervicales, pero quedó parapléjico. Sufrió un infarto y, en esa época, perdió la capacidad para hablar.

Su caso fue difundido y las escenas de los videos de cámaras de seguridad que captaron el momento en que fue agredido por Rodrigo se viralizaron. Su atacante fue bautizado en redes sociales como #LordCobarde.

Rodrigo también grabó un video justificándose: "lo único que hice fue defender a mi mujer y a mis hijos. Si por eso soy #LordCobarde, sí, soy #LordCobarde", asumió.