Mantener la Unidad Canina le cuesta caro a la Procuraduría General de la República (PGR).
Sólo para alimentar a 63 canes, de los cuales 30 están en servicio activo de búsqueda de explosivos, restos humanos, narcóticos, dinero y armas, y el resto son adiestrados, la Agencia de Investigación Criminal (AIC) gasta un total de 2 millones 400 mil pesos al año.
La dependencia destina más recursos a este rubro que a la adquisición de productos alimenticios para el personal de las instalaciones, al cual otorga una partida anual de 120 mil pesos, según el Programa Anual de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Ejercicio 2018 disponible en su página de internet.
Por su parte, la Policía Federal cuenta con 207 ejemplares de las siguientes razas: pastor alemán, pastor holandés, pastor belga malinois, pastor tervueren, cobrador de labrador, cobrador dorado y pointer.
La mayoría del estado de fuerza canino de la PGR ha sido empleado en diligencias relacionadas con la búsqueda de restos humanos en estados como Tamaulipas, Guerrero y Veracruz.
El año pasado, la PGR duplicó el número de elementos caninos al integrar a la Unidad Canina de la AIC a 33 ejemplares originarios de Holanda de las razas braco alemán, springer spaniel, pastor alemán, pastor belga malinois, pastor holandés y labradores.
La embajada de Estados Unidos en México entregó los cachorros a la Agencia de Investigación Criminal, como parte de la Iniciativa Mérida, y actualmente son adiestrados en las instalaciones de la PGR y dependiendo de sus características y aptitudes se determinará su entrenamiento en explosivos o narcóticos.
La dependencia seleccionó a los manejadores quienes son capacitados, para que cumplan con la dualidad para el reforzamiento de las diversas acciones de combate a la delincuencia organizada en el país.
Entre los decomisos de droga y sustancias químicas más importantes realizados por los canes, destaca el descubrimiento en el puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, de 50 tambos metálicos que contenían 10 mil litros de precursor químico para la elaboración de droga sintética.
El cargamento, proveniente de Shanghái, China, fue ubicado por efectivos adscritos a la Unidad Canina de la AIC, en la terminal Portuaria de Contenedores.
Los recipientes, de color azul, tenían una capacidad aproximada de 200 litros, lo que en su totalidad representaría 10 mil litros del precursor químico.
En octubre del año pasado, elementos caninos aseguraron estupefaciente con las características de marihuana y cristal en los estados de Nuevo León y Nayarit.
En la capital de Nuevo León, el binomio canino localizó nueve cajas de cartón en el interior de una empresa de paquetería; dichos paquetes contenían un total de 46 envoltorios con vegetal verde con las características propias de la marihuana, con un peso aproximado de 167 kilogramos.
En una segunda acción, el elemento canino de AIC ubicó en Tepic, Nayarit, cinco teclados alfanuméricos para computadora; tres contenían dos bolsas de plástico con una sustancia granulada, probablemente cristal, con un peso en conjunto de más de 260 gramos, y cuyo destino era Sonora.
En ese mes, la unidad canina también aseguró planta seca con las características propias de la marihuana en los estados de Querétaro y Nayarit.
El caso más conocido de los canes con entrenamiento del que se tiene conocimiento es Frida, que ha participado en diferentes desastres a nivel nacional e internacional y que recibió entrenamiento no para la detección de estupefacientes sino para el rescate de personas.