CESPE no tiene dinero para pagar el agua de la desaladora
La Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (Cespe), no cuenta con los recursos para pagar el agua proveniente de la Planta Desaladora por lo que la paraestatal se encuentra en el análisis de los números, para proponer una actualización de la tarifa para 2019.
Invitado a la reunión del COMICE (Compañías Mexicanas de la Industria de la Construcción de Ensenada) el director de la Cespe Carlos Loyola Peterson, dijo que para el próximo año se tienen que hacer “ajustes” –es decir, subir la tarifa- ya que los precios del agua están totalmente fuera de la realidad.
El funcionario indicó que la medida es políticamente muy difícil a pesar de que el gasto de agua no es el principal costo familiar, sin embargo, se hará la propuesta con la esperanza de que haya comprensión por parte del Congreso del Estado acerca de la importancia del tema.
Durante el 2018 el estado terminará aportando alrededor de 170 millones de pesos y otro tanto la federación, para sufragar los costos del agua que está altamente subsidiada, sobre todo en el 85% de la población que vive en las zonas periféricas de la ciudad.
Aunque reconoció el funcionario que aún no se tiene definido el costo del agua desalada, se estima que ronda los 20 pesos por metro cuadrado.
Loyola Peterson subrayó que aunque en este momento el agua ya no es la prioridad número uno, si es urgente empezar la ampliación de la Planta Desaladora y construir el segundo módulo lo antes posible -que tardaría 18 meses- para que baje el costo unitario del líquido.
Por otra parte, dijo que ya se está recibiendo casi la totalidad de los 250 litros por segundo con una continuidad de 20 horas y del 17% en las zonas donde era de 11 horas, con una disponibilidad de 18% más de agua.
Aseguró el funcionario afirmó que ahora las llamadas no son por falta de agua, sino por fugas que se registran en tomas domiciliarias.
Por último se refirió al impacto que tendrá la inyección de los 250 litros por segundo a la red de distribución en el proceso de saneamiento, principalmente en la Planta de El Naranjo que ya está recibiendo más agua para su tratamiento.
Dijo que también se busca elevar el nivel de reúso del agua con los ejidatarios de Maneadero que ya cultivan alrededor de 300 hectáreas de flor, pero quieren incrementar a 500.
Respecto al Valle de San Quintín apuntó que se tienen que hacer inversiones para construir la red de distribución que permita la operación de la Planta Desaladora que deberá estar lista para diciembre de 2019, ya que se tienen que construir tres sistemas de drenaje, en Camalú, Vicente Guerrero y Colonia Lázaro Cárdenas.