Arriba a Tijuana el tercer grupo de la caravana migrante: 343 hondureños
Denuncian que autoridades migratorias que los escoltaron, no permitieron que compraran alimentos en los últimos tres días, por lo que debieron comer únicamente de donativos, llegaron con hambre.
Una fría madrugada dio la bienvenida a Tijuana a 343 integrantes de la caravana migrante, la mayor parte de ellos de origen hondureño, quienes llegaron a bordo de ocho autobuses (un noveno quedó averiado en La Rumorosa, una zona montañosa extrema de la entidad).
Los autobuses permanecieron en la caseta de cuota, en las afueras de la ciudad, hasta que llegaron todas las unidades.
Los recién llegados refirieron tener un viaje ya 33 días desde su país de origen. En ese tiempo, caminaron todo el estado de Chiapas. De ahí en adelante, obtuvieron facilidades para subir a diferentes tipos de transporte, hasta ser subidos a autobuses que los trajeron a Baja California.
“Por ratos bien, por ratos mal”, dijo uno de ellos, al referirse a las condiciones en que han realizado la travesía.
Afirmaron que una vez subidos al autobús, no les permitieron bajar a comprar alimentos y que solo han comido lo que les dieron, en calidad de donativos, pero la comida no ha sido suficiente, por lo que llegaron con hambre.
Descartaron cruzar de manera inmediata a Estados Unidos de forma indocumentada.
Dijeron estar organizados, de tal modo que esperarán que todos se encuentren en Tijuana, para de ahí, solicitar en la garita asilo político, de manera ordenada.
“Vamos a esperar a todos, nadie se va a adelantar”, dijo Antonio, un hondureño de 31 años, quien dejó en su país de origen a una familia, compuesta por esposa e hijo, de apenas un año.
El grupo fue llevado al Desayunador del Padre Chava, para que tomen alimentos y descansen, en tanto se define dónde serán albergados.