Control médico, clave para prevenir infarto al miocardio
Invitado al estudio de radio en Cadena 1550 am en Tijuana, el cardiólogo Claudio Fernández Couturier explica que el infarto es una sección del corazón que sufre, se muere y ya no se vuelve a mover, por la obstrucción de las arterias coronarias.
“Tarda tres meses en cicatrizar, baja la función del corazón, lo que puede ocasionar insuficiencia cardiaca y a la larga hasta la muerte”, explica el galeno .
Durante entrevista con el periodista Horacio Molina, Fernández Couturier recuerda que el infarto afecta el tejido y la función. “Es como un golpe, un machacamiento del miocardio, el músculo del corazón, que es el que se colapsa. A veces se infartan las tres capas del músculo, a veces se colapsa una sola capa y se diagnostica con los síntomas y análisis de laboratorios”.
También explica que los síntomas de un infarto son diferentes en el hombre, en la mujer y en el diabético.
“Para el hombre, el dolor característico en el pecho es como si estuvieran apretando, el dolor se corre al cuello, aunque no siempre, especialmente al hombro izquierdo. A la cara izquierda del brazo, que puede ir hasta el codo, o hasta la muñeca. Se acompaña de sudor frio, náusea, deseo de evacuar, palidez y aumenta con el esfuerzo, es el infarto clásico.
“En la mujer es diferente. A veces no tiene dolor en el pecho. Le puede doler las dos muñecas, los dos codos, o simplemente sentirse muy fatigadas al caminar, al menor esfuerzo. Si caminaban antes diez cuadras, ahora se fatigan mucho con dos o tres cuadras, también les puede faltar al aire.
“En el diabético el dolor suele pasar desapercibido, porque son muy tolerantes al dolor y el infarto pasa desapercibido y es más peligroso, porque siguen caminando. Infarto caminado, le decimos, que es más peligroso, porque se daña más el corazón. A veces les da el infarto, pasan muchos años y viene un daño que es irreversible”.
Fernadez Couturier recuerda también que cuando el infarto es la cara inferior del corazón, se manifiesta con dolor en la boca del estómago, en el epigastrio.
“En ocasiones el paciente piensa que tiene una gastritis, aún sin tener agruras y deja pasar muchos días para atenderse, cuando en realidad es un infarto. Si existen factores de riesgo, vale la pena checarse, tomar un electro para descartar un problema”.
Una evolución natural del hombres es que se van tapando las arterias desde que nacemos. Un estudio en niños en la Ciudad de México permitió saber que desde temprana edad puede existir aterosclerosis, un endurecimiento en las arterias.
“El cuerpo está listo para vivir entre cien y 120 años, pero el uso, el abuso, el estrés, la ansiedad, la obesidad, el alcoholismo o el tabaquismo, lo deterioran más rápido. Ahora ya sabemos que puede haber placa en arteria de 20 o 30 por ciento, se fractura, se desprende y puede provocar un ataque al corazón. La recomendación a los mayores de 40 años es checarse el corazón dos veces al año, nadie lo hace, ni siquiera los médicos, pero si el paciente es obeso, fumador, sedentario, tiene estrés, ansiedad, diabetes, hipertensión, pudieras tener alto el colesterol o triglicéridos, vete a checar.
“Estamos viendo personas cada vez más jóvenes, con diabetes, colesterol y cada vez más jóvenes infartados, podemos prevenir eso, con un chequeo anual al médico”, finalizó.