Hasta enero, migrantes podrían seguir acampando en la Zona Norte
La salvadoreña Gregoria Cornejos de 52 años de edad, quien llegó hace más de un mes con sus hijos y su esposo entre la multitud de la caravana migrante a la ciudad de Tijuana, prevé quedarse acampando hasta el mes de enero a la intemperie de la avenida 5 de mayo de la Zona Centro.
Por ello, con un pequeño ahorro que guardó en El Salvador, en Tijuana compró una estufa pequeña, un tanque de gas, una olla para hervir el agua; y ahora vende café y sopas instantáneas durante a los migrantes que también han decidido quedarse en la vía pública.
Con este pequeño negocio, la salvadoreña aseguró ella y su familia han sacado los gastos para comer y para poder pagar los servicios de un baño en uno de los hoteles que se encuentra cerca de la zona.
La intención de la familia Cornejos, es cruzar de manera legal a Estados Unidos, por lo que tendrán que esperar de 3 a 5 semanas más, ya que son el número mil 653 para que las autoridades del país vecino puedan darle una respuesta si procederá el proceso de asilo político o no.
Sin embargo, a pesar de las condiciones de no contar con servicios públicos indispensables, de dormir en la banqueta con unas cuantas cobijas en el suelo y una lona como techo provicional, Gregoria Cornejos dice "aquí me siento galán".
Explicó que en El Salvador, siempre vivía con el miedo de que la fueran a matar a ella y a su familia, y como los asesinatos eran cada vez más comunes, decidieron huir de su país.
Por su cuenta, diversas autoridades municipales han tratado de convencerlos para que sean llevados a un albergue de atención al migrante, pero se resisten a seguir acampando en la Zona Norte de Tijuana.
Incluso, los casi 300 migrantes, mencionan están en la misma situación, de esperando cruzar al país vecino o en procedimiento para trabajar en la ciudad.