Una mujer "supercentenaria” de Nueva York, considerada la persona más anciana de Estados Unidos, cumplió este sábado 114 años y fue homenajeada por su familia y por los representantes de la ciudad, según informaron medios locales.
Alelia Murphy, nacida el 6 de julio de 1905 en Grifton (Carolina del Norte), fue nombrada la persona más anciana del país por la organización Gerontology Research Group, que colabora con los Récord Guinness, tras el fallecimiento en enero de este año de su antecesora, Lessie Brown, de Ohio, a los 114.
La “supercentenaria”, como se denomina a las personas que superan los 110 años –hay una treintena en todo el mundo-, celebró su aniversario este viernes en el barrio neoyorquino de Harlem, donde ha vivido desde los años 20 del siglo pasado, junto a sus familiares y algunos representantes políticos.
Murphy, que en su juventud fue una reputada vendedora en una tienda, asistió a su fiesta en una silla de ruedas, sonriente, ataviada con un vestido amarillo y una corona, y los invitados le cantaron el “Cumpleaños Feliz” versionado por Stevie Wonder.
Entre los familiares estaban su nieta Nefer Nekhet, de 50 años y dueña de una peluquería en Brooklyn, quien dijo al New York Daily News que la mujer goza de una envidiable salud para su edad, ya que no tiene problemas de hipertensión ni diabetes.
Su enfermera, Natalie Mhlambiso, aseguró al diario The New York Post que Murphy atribuye su longevidad a “creer en Dios y tratar bien a la gente”, si bien añadió que la mujer nunca ha bebido alcohol y que creció con la comida casera típica del sur de EE.UU.
La anciana, simpatizante del primer presidente negro de su país, Barack Obama, se mudó a Harlem en 1926 con el que se convertiría en su marido ese mismo año y desde entonces ha vivido en este barrio situado al norte de Central Park, en la isla de Manhattan.
En la celebración se leyeron cartas del alcalde Bill de Blasio, de la fiscal Letitia James y otros políticos, mientras que el senador demócrata Brian Benjamin consideró a Murphy “un monumento de Harlem” y designó el 6 de julio su día oficial en el barrio neoyorquino.