Alrededor de unas 20 mil personas marcharon contra la violencia en una movilización organizada por la Arquidiócesis de Tijuana: la marcha por la vida y por la paz, que realizan cada año, pero que en esta edición también fue con la intención de reclamar los más de 400 asesinatos que se han registrado en menos de tres meses solamente en Tijuana.
La XVIII Marcha por la Vida y la Paz, cuyo lema es "Bienaventurados los que trabajan para la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios", reunió a funcionarios locales y personas que marcharon del ex Toreo de Tijuana para concluir en la Unidad Deportiva CREA con una misa que presidió el arzobispo Francisco Moreno Barrón, y el arzobispo emérito Rafael Romo Muñoz.
"Esta marcha quiere ser una expresión de vida y la paz, valores sobre los que necesita consolidarse esta sociedad de la que formamos parte para encontrar el verdadero camino del progreso, de la superación", aseguró Moreno Barrón.
Agregó que sin respeto a la vida completa, a toda la creación, a esta casa común que Dios nos ha dado, sin respeto especialmente a la vida humana, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural, no podemos construir una auténtica sociedad que transite los caminos del verdadero progreso.
Por su parte, el subsecretario de Gobierno del estado, Enrique Méndez Juárez, aseguró que está agradecido que los hayan invitado a participar. "Para nosotros es muy importante tener esta alianza, como ciudadanos, como padres de familia, lo que buscamos es el bien para nuestras familias, para nuestro pueblo, y aquí hay muchísima gente buscando lo mismo", consideró Méndez Juárez.
También el subdirector Juventud Baja California, Joan Carlos Rivera Lazcano, aplaudió que se organicen tantas personas y familias para querer un bien para que nos pongan un poco más de atención, e invita a los jóvenes a que se sumen a estos esfuerzos organizados por la Iglesia porque es para un bien común, así como los que organiza el gobierno del estado que trabaja para el bien de todos los ciudadanos. Mientras que el director de Asuntos Religiosos del municipio, Alfonso Valencia Gómez, dijo que "para el municipio es una forma de respetar y hacerse respetar considerando la debida separación Iglesia-Estado, por el lado de promover la fe entre la ciudadanía".